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Federico de Prusia y la Asamblea fundacional del R.E.A.A. en 1786


Federico II de Prusia (24 de enero de 1712 - 17 de agosto de 1786)


Thomas de Quincey
Me va a permitir el lector que comience con una anécdota. Cuando era adolescente descubrí entre los libros de mi padre una obra del humorista británico Thomas de Quincey. Este libro sin par se titulaba "El asesinato considerado como una de las bellas artes". En él había un capítulo magistral titulado "De las serpientes en Islandia". Cuando uno abría el capítulo intentando descubrir qué había que contar acerca de tan curioso tema, descubría que todo el capítulo se zanjaba con una sola frase:


En Islandia no hay serpientes.


Y pasaba sin más al siguiente capítulo.

Algo parecido sucede con el tema de Federico de Prusia y la supuesta reunión fundacional del Rito Escocés Antiguo y Aceptado supuestamente celebrada el 1 de mayo de 1786, en el transcurso de la cual Federico II habría firmado las Grandes Constituciones. Podríamos zanjar esta entrada del blog diciendo lisa y llanamente "La presunta reunión fundacional del R.E.A.A. en 1786 jamás tuvo lugar, ni con Federico de Prusia ni sin él". Pero parece que no sería muy considerado para con el resto de hermanos hacerlo así, de modo que vamos a extendernos un poco más sobre el tema.

Todavía son muchos los hermanos que creen que dicha asamblea tuvo lugar. Unos admiten que Federico II no se hallaba presente, pero que sí tuvo lugar. En realidad, no solo Federico II no estaba presente, sino que no existe la más mínima prueba documental de que dicha asamblea fundacional. Las referencias existentes comienzan a aparecer 16 años después.



Federico II fue iniciado en la Masonería simbólica en 1738, siendo todavía Príncipe heredero, pero dejó de participar activamente en 1744. No obstante, permitió que su nombre fuese utilizado a título de Patrón o Protector de la Masonería en Prusia. De hecho, en las cartas patentes firmadas por él el 16 de julio de 1774 y contrafirmadas por el conde Finkenstein von Herzberg, autorizaba expresamente la Masonería en sus estados y le concedía formalmente su protección. 



Iniciación del gran Duque Federico de Brandenburg-Bayreuth en 1741
bajo la dirección del rey Federico de Prusia



Sin embargo, es bien sabido que en mayo de 1786 Federico se encontraba ya en fase terminal de su enfermedad. La baronesa de Oberkirch citaba de este modo la muerte del monarca: 
«El rey de Prusia, Federico II, ha fallecido el 17 de agosto de 1786. A pesar de la dolorosa enfermedad que le aquejaba, gobernó hasta el final con la misma seguridad de criterio y la misma aplicación. Leía personalmente de todos los ministros en el extranjero y, cada mañana, de cuatro a siete, dictaba sus respuestas y su correspondencia».
No obstante no hace falta recurrir a la enfermedad de Federico para demostrar su ausencia en la presunta (en realidad inexistente) Asamblea. Un rey es un personaje especialmente bien documentado, y y según la abundante documentación conservada la última vez que estuvo en Berlín fue el 10 de septiembre de 1785.



Prusia en 1795



De modo que sabemos que Federico de Prusia nunca hubiese podido estar en Berlín en la supuesta Asamblea, en el caso de que esta hubiese tenido lugar.

Pero analicemos otra serie de hechos:

- No existe ni el más mínimo indicio documental de dicha asamblea. No existe convocatoria, ni actas de ningún tipo, ni ningún documento que acredite la celebración de dicha Asamblea.

- No existen referencias indirectas de ningún tipo. Nadie de las personas que teóricamente hubiese debido asistir a un evento dejó jamás constancia de esa tenida. Ninguna logia la menciona, ni siquiera de pasada. Un acontecimiento llamado a marcar la historia de la Masonería parece que pasó absolutamente ignorado por toda la comunidad masónica.

- Si nos fijamos en el ritual manuscrito del grado 33º de 1805, este atribuye su creación a Federico II «de acuerdo con nuestro hermano su Alteza Real Luis de Borbón, príncipe de sangre de Francia…». Ahora bien, ¿a quién se podrían estar refiriendo en 1786? Louis de Bourbon-Condé, conde de Clermont y anterior Gran Maestro, había fallecido en 1771.

- El artículo 5 del mismo ritual dispone que haya dos Consejos para «los estados y provincias de América del Norte». Canadá y las Antillas, por poner un ejemplo, era provincias de la corona inglesa; pero el texto habla de estados, que son necesariamente las colonias independizadas. ¿Ahora bien, en 1786 se habría concedido tanta importancia a América? La ratificación del Tratado de París tuvo lugar en 1784. ¿Hubiese sido concebible que solo dos años después ya hubiese dos Consejos en las colonias independizadas?

- En 1802, a la llegada del R.E.A.A. desde Charleston a Francia, el grado de Príncipe del Real Secreto ocupaba, él solo, los grados 30º, 31º y 32º. En 1804 el grado de Gran Escocés de San Andrés fue introducido como grado 28º, empujando el grado de Caballero del Sol al 29º y el Caballero Kadosh al 30º.

- El grado 27º Caballero Comendador del Templo solo existía en el R.E.A.A. de manera nominal hasta la visita de Cambacères a Carcasonne en 1807, momento en que sí adquirió protagonismo.

- El desplazamiento del grado 19º Gran Pontífice al Areópago tuvo lugar en 1804. Inicialmente los grados 17º Caballero de Oriente y Occidente y 19º Gran Pontífice eran correlativos (ambos versan sobre el Apocalipsis), y entre ambos se introdujo el 18º Príncipe Rosacruz. Los hermanos franceses querían seguir practicando este grado, por lo que el 19º fue desplazado al Areópago.

En resumidas cuentas, que no hay la más mínima prueba que avale la existencia de una Asamblea fundacional del R.E.A.A. en 1786, a la vez que esta hipótesis además plantea numerosos problemas que exigirían soluciones inverosímiles.



Reverendo Frederick Dalcho


¿Cómo surgió la leyenda de la Asamblea de 1786 con Federico de Prusia?


La primera referencia que existe a la Asamblea fundacional del R.E.A.A. data de 1802. A partir de ahí se podrá encontrar todas las referencias que se quieran, pero no hay nada anterior a 1802.

Tras la fundación del Supremo Consejo, el primer Gran Comendador, John Mitchell, convocó a su Supremo Consejo el 10 de octubre de 1802 con el fin de dirigir una circular a los masones de ambos hemisferios. Su objetivo, según el Teniente Gran Comendador, Frederick Dalcho, consistía en «explicar el origen y la naturaleza de los grados sublimes de la Masonería y su institución en Carolina del Sur». Para no pocos autores, este es el acto fundacional del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Granaderos prusianos de Federico II

¿Cómo se introdujo la idea de la Asamblea presidida por Federico de Prusia? La primera referencia a una supuesta sanción de las Constituciones del R.E.A.A. por parte de Federico II de Prusia aparece en el discurso de Dalcho pronunciado en Charleston el 8 de diciembre de 1802. Y no es casualidad que fuese en su boca donde apareciese esta idea. Dalcho, el Teniente Gran Comendador, era de origen prusiano: aunque Dalcho nació en Holborn (Londres), su padre, John Frederick Dalcho, sirvió como oficial para Federico de Prusia en la Guerra de los Siete Años. No solo eso, sino que allí conoció a su mujer, la madre de Frederick Dalcho, la prusiana Euphemie Wiesenthal. Dalcho era bilingüe en inglés y alemán, y con toda probabilidad en su hogar, en Holborn, la lengua familiar era el alemán. Es muy llamativo que esta supuesta Asamblea ni siquiera aparezca incluida en la celebérrima Circular a los Dos Hemisferios, sino que fue Dalcho, en un discurso pronunciado el 8 de diciembre de 1802, cuando lo mencionaba por primera vez.

Con toda probabilidad, al introducir a Prusia y a Federico II en los orígenes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Frederick Dalcho estaba rindiendo un homenaje a sus padres, a su infancia y a sus orígenes. Eso, aparte de lo hermosa que es una historia que sitúa a todo un rey de Prusia bendiciendo el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.