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¿Por qué la palabra "Shibboleth" se representa por medio de una espiga de cereal y una cascada de agua?




Baal, dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad entre babilonios, caldeos, cartagineses, fenicios, filisteos y sidonios.


En el ritual del Segundo Grado o grado de Compañero encontramos que, desde mediados del siglo XVIII, aparecen dos leyendas distintivas: por una parte, la de Josué ordenando al sol que se detenga, y por otra la de Jefté derrotando a los galaaditas y degollándolos en los vados del Jordán, al ser reconocidos por su forma de pronunciar la palabra Shibboleth. Puede leerse más acerca de la aparición de estas dos leyendas en esta entrada del blog:


Sin embargo, en esta ocasión vamos a fijarnos en otro aspecto: la frase del Ritual de Emulación que reza:
Shibboleth significa abundancia, y se representa habitualmente en nuestras Logias por una espiga de trigo junto a una cascada de agua.
La asociación del trigo y el agua con la abundancia es obvia en una sociedad agrícola. Sin embargo, en este caso la imagen de la espiga de trigo y la cascada de agua tiene un trasfondo más profundo, relacionado con la leyenda de Jefté que aparece en el ritual.

En hebreo, Shibboleth significa "espiga de grano".


El profeta Elías, por José de Ribera (1638).





Para entender el simbolismo de esta espiga y esta cascada tenemos que buscar en la Biblia. Aunque otros pasajes bíblicos podrían servirnos, vamos a centrarnos en 1 Reyes, y más exactamente en los capítulos 17 a 19, donde se nos describe la espectacular batalla de carácter teológico que, hacia 860 a.C., librará Elías contra 450 sacerdotes de Baal.

En una sociedad agrícola, el dios más grande es aquel que puede garantizar la lluvia y las cosechas. Esta es la razón por la que Baal, dios de la lluvia y la fertilidad, gozaba de tanta devoción en Asia Menor en general, y en la ciudad de Galaad en particular, al este del Jordán.




Pero en esta ciudad donde se rendía culto a Baal, vivía un hombre, Elías el tisbita, que consideraba que Baal era un dios falso, y que el único Dios verdadero era Jehová. Elías no era un héroe ni un santo; era "un hombre sujeto a pasiones", pero no obstante decidió oponerse al culto a Baal.

Tal y como leemos en 1 Reyes 17:1, lo primero que hace Elías es atacar la esencia del culto a Baal, y realiza algo que es una auténtica declaración de guerra en aquel contexto:
Entonces Elías el tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a (el rey) Acab: Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.

Al realizar esta afirmación Elías niega a Baal el poder de generar la lluvia, y deja ese poder únicamente en manos de Jehová.

A partir de aquí el tema del quién es capaz de proporcionar agua y alimento será recurrente. Jehová dice a Elías que se retire al arroyo de Querit, donde los cuervos le alimentan. Pero finalmente el arroyo también se seca. Entonces, en 1 Reyes 17:7, Jehová indica a Elías que vaya a Sarepta de Sidón, donde una viuda le alimentará. Volvemos de nuevo al tema del grano y el agua, pues Elías le dice a la viuda:
1 Reyes 17:10. Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
1 Reyes 17:11. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
Ante la queja de la mujer, que no tiene harina para hacerlo, Elías le responde:
1 Reyes 17:13. No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
Es decir, Elías insiste en que es Jehová, y no Baal, quien provee.


La ofrenda de Elías, empapada de agua, arde por deseo de Jehová, mientras que la ofrenda de los adoradores de Baal no consigue arder.


Posteriormente 1 Reyes describe el espectacular duelo de Elías con los 450 sacerdotes de Baal. Elías hace que Acab reúna a 450 sacerdotes de Baal en el monte Carmelo. Allí invita a estos sacerdotes paganos a que logren que su divinidad encienda la leña de un altar, empresa en la que fracasan. Sin embargo, Elías hace que preparen un altar igual, y que mojen la madera tres veces, y logra que Jehová lo encienda. Con esto deja en ridículo a los profesas de Baal. Tal y como disponen los usos literarios del Antiguo Testamento, cualquier conflicto teológico solo puede concluir con la masacre de los adoradores del falso dios, por lo que, muy canónicamente, los 450 sacerdotes son degollados por la multitud. La sequía cesó, pero Elías tuvo que huir para evitar la venganza de Jezabel. La huida, sin embargo, se convertiría en una bendición, porque por su causa el profeta gozaría de la visión del Dios único al que servía con perseverante fidelidad.

La presencia de Baal en el Antiguo Testamento no se limita únicamente al relato de Elías. En Oseas 2:7, los israelitas dicen:
Me voy con mis baales, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi vino mi aceite.
Esta frase es muy importante porque nos demuestra que el culto a Baal estaba presente también en Israel. También la Epopeya de Aqatu y el ugarita Ciclo de Baal resaltan el poder de Baal para proporcionar agua y grano.



Jefté se enfrenta a los amonitas.


Retrocedemos ahora unos 350 años en el tiempo. En el ritual masónico encontramos la narración de la campaña de Jefté, tal y como aparece en el Libro de los Jueces. En este caso los galaaditas son los adoradores de Jehová, mientras que los efraimitas adoran a Baal. Evidentemente la fe de los galaaditas evolucionó durante el extenso período de tiempo que transcurre entre el Libro de los Jueces y la parte final del Libro de los Reyes, pues en 1 Reyes 17 los galaaditas rinden ya culto a Baal, mientras que en Jueces todavía adoran al Dios verdadero.

Cualquier masón conoce a grandes rasgos los acontecimientos que siguieron a la derrota de los efraimitas, su intento por escapar a través de los vados del Jordán y la prueba de pronunciar "Shibboleth" para poder pasar, costándole la vida a muchos la peculiar pronunciación de su dialecto.

Lo de menos es la explicación que ofrece el ritual acerca de la hostilidad de los efraimitas contra los galaaditas por no poder compartir el botín de la victoria sobre los amonitas (quienes también rendían culto a Baal). El verdadero elemento de discordia es que, en esta época, los galaaditas adoraban a Jehová, mientras que los efraimitas rendían culto a Baal.



La razón por la que aparecen la espiga de trigo y la cascada de agua en el Tablero de Trazo de Segundo Grado es porque representan el punto de conflicto donde Jehová y Baal se diputaron su hegemonía, del mismo modo que indican el contenido de la victoria de Jehová: es Jehová, y no un falso dios, quien provee de agua y grano, de alimento y fecundidad. La incógnita que queda por resolver es si esta diatriba debe interpretarse como la lucha entre el bien y el mal, o si la figura de Jefté, al igual que la de Josué, fueron introducidas como forma de rechazar el carácter latitudinario de las Constituciones de Anderson de 1723. Personalmente creo que se debe a esto último, aunque desde una perspectiva religiosa ambas cuestiones son en realidad la misma.

Estela de Baal en Ugarit (Siria).




El grado original de MAESTRO ESCOCÉS

 




En esta entrada vamos a tratar el que seguramente fue el primer grado masónico existente, de manera estable y consolidada, por encima de los tres grados simbólicos de Aprendiz Entrado, Compañero y Maestro: el grado de Maestro Escocés.

Aunque este grado es originalmente británico, sería en Francia donde adquiriría mayor protagonismo. La masonería francesa del Antiguo Régimen era profundamenta clasista, existía la figura del Maestro ad vitam (quien era literalmente el propietario de la logia) y los Maestros Escoceses supusieron un enorme problema al convertirse en una auténtica casta dentro de la masonería. Los privilegios que tenían los Maestros Escoceses eran:

• Podían llevar su regalía de Maestro Escocés en logia simbólica.

• Podían llevar puesto el sombrero en logia de Maestros Masones.

• Podían conferir los grados simbólicos, con o sin ceremonia.

• En ocasiones, el Colegio de Maestros Escoceses nombraba al Respetable Maestro de la Logia Simbólica sin contar con sus miembros.


En las Constituciones y Reglamentos de 1748 de la Gran Logia de París, podemos leer:
Artículo 6: todos los Maestros Escoceses serán Grandes Vigilantes natos de la Orden de la Masonería, y en tal condición, todo Maestro Escocés tendrá derecho a establecer logia, y a constituir masones de primer grado en los lugares donde no haya ninguna logia regular establecida por Maestros Escoceses o por una Gran Logia de Grandes Caballeros de Oriente; logias de primer grado a las cuales los nuevos masones se comprometerán a ajustarse.
Sin embargo, a pesar del enorme peso que ha tenido este grado en Francia, hasta el siglo XXI se sabía muy poco acerca de su contenido. Solo la aparición de la documentación encontrada a partir del año 2000 ha permitido a los investigadores adentrarse en su ritual.


Puerta oeste de Westminster (Temple’s Bar)


Comencemos con un poco de historia.

El primer registro de un grado masónico más allá del grado de Maestro Masón aparece en 1733 en la masonería escocesa de Londres, momento en que el término Maestro Escocés aparece relacionado con las tenidas de la Logia nº 115, que se reunía en la Taberna del Diablo, junto a la puerta oeste de Westminster denominada Temple’s Bar. Esta logia se reunía dos veces al mes, siendo mencionada en tres documentos de la época como «Logia de Maestros Escoceses». En 1734, en la lista de logias de Pine, la misma Logia nº 115 aparece como «Logia de Masones Escoceses». El 28 de octubre de 1735, la Logia de la Posada Bear en Bath registra que «se celebró una tenida extraordinaria» en la que el Venerable Maestro, ambos Vigilantes y nueve hermanos fueron recibidos Maestros Masones Escoceses.

En 1740, la Logia nº 1 de los Modernos (la anfitriona de El Ganso y la Parrilla en la reunión de 1717) se reunió el 17 de junio en Londres, momento en que nueve miembros de la logia fueron recibidos Maestros Masones Escoceses. Vale la pena remarcar la anotación que el V.H. Harry Rylands (1847 – 1922) realizó en el momento de transcribir las Actas de esa Tenida:
En las actas anteriores la palabra «Maestro» aparece escrita sobre la palabra «Masón». Evidentemente el Secretario quería escribir que los miembros fueron recibidos «Masones Escoceses», corrigiéndolo posteriormente a «Maestros Masones Escoceses». Es de reseñar que solo dos de los presentes en la auditoría no fueron hechos Maestros Masones Escoceses: Richard Wotton y Richard Reddall, y salvo que asumamos que ya poseían el grado y asistieron a Humpreys, debemos suponer que los miembros de la logia, tal y como afirman las actas, «fueron hechos Maestros Masones Escoceses únicamente por el Hermano Humphrey». Igualmente, por el formulario de ingreso, y por el hecho de que varios, si no todos los que aparecen en el listado de asistencia, ya eran Maestros Masones, el grado de Maestro Escocés debe haber sido algo distinto del grado que ya habían recibido en la masonería inglesa. Me inclino a pensar que el grado conferido en la logia por Humphreys no era el grado extranjero del mismo nombre, sino el mismo que se confería en las Logias Escocesas de 1733 – 34.
El 26 de noviembre de 1743 el Heredom Escocés u Honorable Orden de Kilwinning publicaba el siguiente anuncio en un periódico de Londres (con toda probabilidad el Heredom Escocés y el grado de Maestro Escocés eran lo mismo):
Los Hermanos del Heredom Escocés u Honorable Orden de Kilwinning son convocados para encontrarse con el Gran Maestro de la Orden y el resto de sus Grandes Oficiales, en el signo del Cisne en Great Portland Street, cerca del mercado de la Calle Oxford, el próximo miércoles a las tres de la tarde en punto para celebrar el Día. Por orden del Gran Maestro, E. W., Gran Secretario.

Dos semanas más tarde, el 11 de diciembre de 1743, en la taberna La Herradura Dorada, en Southwark, Londres, se consagraba el quinto capítulo de esta Orden (los cuatro primeros eran de tiempo inmemorial). Sin embargo, a mediados de los 1740 empiezan a suceder simultáneamente una serie de acontecimientos:

• Las referencias al grado de Maestro Escocés cesan tanto en Londres como en el resto de Inglaterra.

• El 11 de diciembre de 1743 aparece la primera referencia en Francia del Maître Écossais .

• La Gran Logia de York cesa sus registros en 1736.

• El 16 de mayo de 1745, en Glennfinnan, Bonnie Prince Charlie lee su manifiesto reclamando su derecho al trono de sus antepasados. Se iza el estandarte jacobita, que el obispo católico Hugh McDonald bendice. Las tropas jacobitas abandonan Escocia por Carlisle y llegan a Derby el 6 de diciembre, provocando el pánico en Londres. El duque de Cumberland comienza a perseguir al ejército jacobita en su retirada, hasta que la batalla final en Culloden pone final a las pretensiones estuardistas al trono.

• El 4 de marzo de 1752 aparece la primera mención escrita al Arco Real en Inglaterra, en el seno de la Gran Logia de los Antiguos. En el episodio denominado "los masones de la pierna de cordero", supuestos masones habrían estado iniciando a profanos en el Arco Real por el precio de una cena.


Arriba, las tropas jacobitas izan su estandarte en Glenfinnan ante Bonnie Prince Charles. Abajo, monumento que conmemora dicho evento, en el mismo lugar.



En una plancha presentada en 2011 por Peter Norman, vocal de la Sociedad de Investigación del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de Estados Unidos, este afirmaba que:
No es una mera casualidad que la desaparición del grado de Maestro Escocés en Inglaterra y aparición simultánea del Arco Real inglés coincidiesen con la Rebelión de 1745. Creemos que ambos grados son esencialmente uno y el mismo, y que el nombre del grado fue sencillamente cambiado con el fin de hacer el grado de Maestro Escocés más tolerable para las simpatías políticas inglesas, eliminando su amarga identidad escocesa y cualquier nexo aparente como la Casa Real Escocesa de los Estuardo. Siempre ha habido tendencia, por parte de los autores masónicos ingleses, a rehuir y denigrar los grados escocistas como meras «innovaciones francesas», ignorando por completo el hecho de que su propio Arco Real, siempre rechazado por la Gran Logia de los Modernos de 1717, era el grado escocés original y prototípico, que sí fue abrazado por la Gran Logia de los Antiguos, siendo finalmente aceptado por la Gran Logia Unida de Inglaterra en 1813 al ser declarado como la culminación del grado de Maestro Masón. De modo que vemos cómo el primer alto grado pasa de ser una mera innovación francesa a ser honrado con el título de culminación del grado de Maestro Masón. Con la diferencia de que se había quitado la etiqueta escocesa para asegurar la aceptación del grado.


Y ahora cambiamos de época y lugar y nos trasladamos a Berlín, cuyos documentos y arte fueron saqueados por el Ejército Rojo tras la derrota de 1945. 


Soldados rusos en Berlín (1945)


En Alemania existe un dicho popular que dice que "los berlineses no son verdaderos alemanes". Esto se debe a que, a comienzos del siglo XVIII, y tras la Guerra de los Treinta Años, se produjo una gran inmigración de hugonotes franceses, los cuales no solo llevaron sus creencias protestantes sino también tradiciones y usos artísticos franceses. Durante el siglo XVIII aproximadamente un 25% de los habitantes de Berlín tenían origen francés.




En 2000, la devolución desde Rusia de una parte de los archivos del Gran Oriente de Francia, saqueados por los nazis durante la Ocupación, sacó a la luz un documento esencial para la historia de los altos rangos: el registro de más de 150 páginas de una logia denominada "Muy Venerable y Respetable Logia Escocesa de la Unión" fue fundada en Berlín el 30 de noviembre de 1742 por los hermanos Fabris, Roman, Pérard, Fromery, Roblau, Fünster y Perret, y que celebró sus trabajos en Berlín entre 1742 y 1749. Era un Taller muy cosmopolita, fundado por un italiano, el Hermano Jacopo Fabris, y que contaba con Hermanos de diversas nacionalidades, entre ellos muchos franceses. Además, su trabajo está en francés. Sin embargo, Fabris, su incansable líder, que recibió a los otros seis fundadores en la primera reunión como "Maestro Escocés", vino de Londres. Era miembro de la Logia Unión, que también se reunía en la Taberna del Diablo. Además, el registro informa de que los Hermanos de Berlín mantenían correspondencia con los de Londres. Sin ceder a la facilidad de las comparaciones apresuradas, podemos pensar que este "Maestro Escocés" que Fabris estableció en Berlín en 1742, no es ajeno a lo que se le pudo conferir en Londres en la "Logia de Masones Escoceses" de la Taberna del Diablo

Recientemente se ha descubierto un elemento adicional que legitima la conexión entre las logias escocesas de Londres y Berlín. Jan Snoek y Pierre Noël encontraron una copia del ritual de la Logia Escocesa de Berlín de mediados de la década de 1740 en la magnífica colección Kloss del Gran Oriente de los Países Bajos. La primera evidencia es que corresponde exactamente a lo que se dice que dijo Gould, ya que se basa en "el descubrimiento de la Palabra Inefable, perdida hace mucho tiempo, en una cripta por cruzados escoceses". Por lo tanto, es muy posible que la "masonería escocesa" practicada en Berlín en 1742 fuera la misma que apareció en Londres en 1733 y que fue trabajada por algunas "logias de masones escoceses" en Inglaterra.


Dos páginas del manuscrito Copiale.


Tras el descubrimiento de Jan Snoek y Pierre Noël, otro investigador, Claude Weiler, llamó la atención de los investigadores sobre un singular manuscrito que completa y confirma esta hipótesis de un grado "fuente" escocés. Por su carácter tan curioso, el manuscrito Copiale, descubierto en 2011, merecería un artículo propio. El manuscrito Copiale se encuentra en Upsala ( qué tendrá esta ciudad... ¿alguien recuerda el Cancionero del Duque de Calabria?). Se trata de un manuscrito cifrado perteneciente a una orden esotérica denominada "Orden de los Oculistas" (en el sentido de que abren los ojos).

El texto fue descifrado por un equipo de lingüistas suecos y estadounidenses. El contenido del manuscrito Copiale es el siguiente:

Orden de los Oculistas, pp. 1 a 27.
Grados Masónicos 1º a 3º, pp. 27 a 68.
Maestro Escocés, pp. 68 a 99.
"Logia Clave" (Key Lodge), pp. 100 a 104.
Logia Alquímica, pp. 104 a 105.


En las páginas dedicadas al grado de Maestro Escocés, el documento dice que existen dos variantes del grado - una francesa y otra alemana - y da muchos detalles sobre ambas. Estos elementos completan considerablemente el manuscrito Kloss. Hay que señalar que las dos versiones del "Maestro Escocés" presentan fuertes similitudes y derivan claramente de una fuente común. El autor del Copiale señala también que las logias escocesas tienen "ceremonias similares, si no idénticas". Si juntamos estos tres documentos, probablemente tengamos una imagen bastante precisa del primer alto grado de Maestro Escocés.

Procedamos a una reconstitución de este primer Escocismo, a la manera de los arqueólogos, que restauran un gran fresco recolocando diversos restos de mosaicos. En el grado de Maestro, la leyenda de Hiram nos dice que la verdadera palabra del Maestro se perdió con la muerte del arquitecto del Templo. En el grado de Maestro Escocés se encuentra esta verdadera palabra, esencial por ser el nombre de Dios mismo: "Cuando los caballeros escoceses [...] trabajaban juntos para reconstruir el templo del Altísimo en Jerusalén, cuando enderezaban los cimientos del antiguo Templo, ese lugar santo que algunos llaman santísimo, encontraron enterrados en medio de él tres cubos y tres piedras redondas que eran las verdaderas piedras de los cimientos. Los caballeros, que eran masones, cayeron en el mayor de los éxtasis cuando vieron bajo la última piedra la palabra J... o A... que era la verdadera palabra de maestro. Levantaron esta piedra con sumo cuidado y se la llevaron de Tierra Santa a su regreso a Escocia. Fue en las ruinas del Templo de Salomón, durante los trabajos de reconstrucción, donde se encontró enterrada, insertada en los cimientos, una piedra esencial con el nombre de Dios, que es la verdadera "Palabra Maestra" que se había perdido. Este es todo el tema simbólico del Arco Real. Por supuesto, aún no se menciona formalmente una bóveda, pero esta extraña piedra tiene la apariencia de una piedra clave y se encuentra en los cimientos del Templo. Siguiendo la observación de Gould, Bernard Jones añadió que si estos elementos se confirmaban, entonces "la logia de la Taberna del Diablo habría practicado una forma primitiva del grado del Arco Real ya en 1733". Ahora podemos decir que es así, y que la afirmación de Peter Norman de que el el Arco Real es en realidad el grado de Maestro Escocés, pero despojado de su nombre jacobita, es totalmente correcta.