En esta entrada vamos a ver un elemento de enorme importancia simbólica pero que no
suele ser comprendido correctamente. Nos referimos a la tumba de Hiram Abiff, la cual aparece en varias ocasiones a lo largo del ritual masónico de distintos grados.
1) La indicación del Ritual de Emulación: "Tres pies al este y tres pies al oeste del centro; tres pies al norte y tres al sur; y de cinco pies o más en perpendicular".
La primera vez que la ubicación de la tumba del arquitecto aparece en el ritual es en la divulgación masónica Masonry Dissected (1730). Dado que en los catecismos anteriores no aparece, es de suponer que el peculiar texto que describe la sepultura se gestó durante el primer cuarto del siglo XVIII. En el relato de Masonry Dissected correspondiente a la historia de Hiram Abiff nos la encontramos relatada del siguiente modo:
Un hermano (…) llamó a los demás que le acompañaban, y prosiguiendo su búsqueda, le encontró decentemente enterrado en una espléndida tumba de seis pies al este, seis pies al oeste, y seis pies en perpendicular. Y esta estaba cubierta por musgo verde y hierba.
Tanto en el Rito de York como en el Rito Antiguo encontramos
que la descripción de la tumba de Hiram Abiff ha sido ligeramente reelaborada, con cierta pérdida de contenido. En Three Distinct Knocks (c.1760) la tumba es descrita de este modo:
(…) lo escondieron bajo un montón de escombros hasta que fue medianoche en punto, momento en que hallaron los medios para enterrarle en una tumba decente, de seis pies de este a oeste y seis pies en perpendicular.
Y en el Ritual
Masónico y Monitor de Duncan, ritual del Rito de York de 1866, nos
encontramos con un texto muy semejante al anterior (es el Primer Rufián quien
habla):
P.R. Bien, todos nos hemos puesto de acuerdo. La pregunta es, ¿qué haremos con el cuerpo? Ya ha pasado la medianoche, y si no actuamos con decisión, la luz del día nos sorprenderá, y seremos descubiertos y capturados. Llevaremos el cuerpo en dirección al oeste, desde el Templo hasta la ladera de la colina oeste del Monte Moriá, donde he excavado una tumba orientada de este a oeste, de seis pies en perpendicular.
El hecho de que la tumba midiese seis pies en perpendicular es la clave para acceder a su
significado. Esto no significa que Hiram Abiff fuese enterrado a seis pies de
profundidad, ni tampoco que lo fuese de
pie. Seis pies de altura es lo que mide un cuerpo humano de alto, y el
texto nos indica que Hiram Abiff, el Centro, está sepultado en nuestro
interior. Las referencias a la orientación de la tumba de este a oeste podrían interpretarse de dos maneras distintas: 1) puede
que nos indiquen que nos hallamos en nuestro estado de naturaleza caída, y que
nos hemos precipitado del paraíso (el este) al mundo terreno (el oeste); por
ello, durante el cierre del Tercer Grado el Primer Vigilante repite esta misma
expresión. 2) o bien quieren decir lo mismo que en el actual ritual de
Emulación, y que vamos a explicar a continuación.
En 1816, momento en que se creó el Rito de Emulación, sus
redactores consideraron muy importante resaltar el simbolismo de la tumba de
Hiram Abiff, por lo que la presentaron del siguiente modo, que se sigue
manteniendo inalterado:
V.M. (apunta los elementos con el lápiz sobre el Tablero a medida que los va mencionando) — Se ordenó que nuestro Maestro fuese sepultado tan cerca del Sancta Sanctorum como la ley israelita permitía, en una tumba que se extendiese tres pies al este y tres pies al oeste del centro; tres pies al norte y tres al sur; y de cinco pies o más en perpendicular.
..tres pies al este y tres pies al oeste del centro; tres pies al norte y tres al sur; y de cinco pies o más en perpendicular. |
A título de curiosidad, diremos que un hecho que llama la
atención es que la descripción de la tumba que aparece tanto en el ritual de
Rito Escocés Antiguo y Aceptado como de Rito Francés difiere de manera esencial
de la que aparece en el Rito de Emulación y en el Rito de York. En el memento del Tercer Grado del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado podemos leer lo siguiente:
P. Cuáles eran las dimensiones de la tumba de Hiram?
R. Tres pies de ancho, cinco de profundidad y siete de longitud.
Por otra parte, en el Rito Francés encontramos el siguiente
texto:
V.M. (…) (Salomón) le hizo un funeral magnífico y lo puso en una tumba de tres pies de ancho, cinco de profundidad y siete de longitud.
Esta coincidencia es lógica, dado que el ritual de los tres
primeros grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado fue construido sobre el
chasis del Rito Francés. El momento en que el texto fue deformado en el Rito
Francés, o si este cambio se debió a un deseo de suprimir su carácter esotérico
o a un simple desconocimiento de su simbolismo, resulta irrelevante. Pero
teniendo en cuenta que en el propio contexto británico se produce la pérdida de
contenido que hemos visto y que solo fue subsanada por el Rito de Emulación, es
más lógico pensar que los traductores que vertieron el Rito Moderno al francés
lo modificaron al ignorar el verdadero significado.
Los acontecimientos que narran tanto el ritual de Tercer
Grado como el del Arco Real nos hacen plantearnos dónde fue sepultado
definitivamente Hiram Abiff. El punto de partida no puede ser otro que la frase
que nos ofrece el ritual de Emulación y que afirma que «se ordenó que nuestro Maestro
fuese sepultado tan cerca del Sanctum Sanctorum como la ley israelita
permitía», lo que muy probablemente sea una referencia solapada al Arco Real.
No existe constancia de dónde fue sepultado Hiram Abiff, aunque el relato sí afirma que fue enterrado. En el grado de Maestro Masón del Ritual de Emulación hay una afirmación negativa,
pues se nos informa de que no fue enterrado en el Sanctum Sanctorum, lo que es lógico. Puesto que los cadáveres eran considerados impuros, bajo ningún concepto hubiese podido el
Rey Salomón dar sepulcro al arquitecto en el Sanctum Sanctorum. El mismo ritual introduce una una frase críptica que sugiere que Hiram Abiff fue enterrado muy próximo al Templo con el que
se le asocia.
En el Ritual Americano Antiguo encontramos una afirmación llena de intenciones, pues la tumba es descrita de la siguiente manera:
…estaba situada debidamente al Este, cerca de la cumbre del Monte Moriá… Hubimos de excavar seis pies en perpendicular hasta que llegamos al cuerpo.
El Monte Moriá es identificado, en la tradición judía, con el monte del Templo. |
El citado Ritual Americano situaba la primera tumba «en la cima del Monte Moriá», mientras que nosotros creemos que la segunda se encontraba «en el seno del Santo Monte Moriá», que son los lugares donde ubicamos la Primera o Santa Logia y la Segunda o Sagrada Logia. Ahora bien, ¿es concebible que se hubiese permitido que nuestro Maestro hubiese reposado de manera permanente en la tumba «indecente» donde le enterraron sus asesinos una vez que la tumba fue abierta y el cuerpo expuesto? (...) En el Arco Real no afirmamos taxativamente que Hiram fuese enterrado en la bóveda; pero parece inferirse de lo que se dice. Todo lo que se afirma es que sus iniciales, así como las de los otros dos Grandes Maestros, figuraban grabadas en el pedestal que marcaba el centro de la bóveda. Pero reflexionemos. Mientras que sobre la sillería del Templo se apreciaban numerosas marcas y caracteres correspondientes a los muchos masones que trabajaron en él, jamás se descubrió rastro alguno del Arquitecto Jefe. Por otra parte, sus iniciales aparecieron grabadas en el plinto de la piedra homenaje que creemos que indicaba el centro de la bóveda. En otras palabras, Hiram Abiff yace enterrado bajo el pedestal, que es un monumento erigido en memoria suya y de las otras dos dignidades responsables de la construcción. (...) La inspiración del Rey Salomón ingenió una estratagema por la cual el Arquitecto Jefe podría ser honrado sin violar la ley común. Sin duda no estaba enterrado en el Sanctum Sanctorum.
3) ¿Dentro o fuera del Sanctum Sanctorum?
Como hemos visto, el Ritual de Emulación afirma que que Hiram Abiff fue
enterrado «tan cerca del Sanctum Sanctorum como la ley israelita permitía», es decir, fuera del Sanctum
Sanctorum.
Sin embargo, esto parece que solo fue así a partir de 1816.
Cuando
se contempla la evolución de los rituales en su conjunto, enseguida se aprecia
un llamativo cambio en el emplazamiento de la tumba definitiva de Hiram Abiff,
cambio que ofrece importantes connotaciones. En Masonry Dissected (ritual de los Modernos, 1730), Three Distinct Knocks (ritual de los
Antiguos, c.1760) y en Jachin and Boaz
(Antiguos, 1762) se afirma que Hiram Abiff fue sepultado dentro del Sanctum
Sanctorum, la parte más íntima del Templo del Rey Salomón, a la que no se podía
acceder, salvo el Sumo Sacerdote y solo una vez al año, para expiar los pecados
del pueblo. Sin embargo, el Rito de Emulación (1816) y el Rito Escocés
Estándar, compilado a lo largo del siglo xix,
lo sacan de ese lugar, haciendo constar que la ley hebrea no lo permitía.
A partir de la reforma, y con el
propósito de ajustarse a la ley
hebrea, dejó de enterrarse a los
difuntos dentro de las iglesias
británicas, sacando las sepulturas
al patio-cementerio (churchyard).
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1) ¿Por qué, si sabían que la ley hebrea lo prohibía, los primeros ritualistas mantuvieron la tumba dentro del Sanctum Sanctorum?
2) ¿Por qué la sacaron de allí al confeccionar el Rito de Emulación?
3) ¿Por qué en el Rito de York se reintroducen las cenizas de Hiram Abiff en el Sanctum Sanctorum?
Una hipótesis que serviría para responder a estas preguntas es que los autores que ubicaban la tumba dentro del Sanctum Sanctorum no estaban entendiendo el Templo del Rey Salomón como un templo hebreo sino como un templo pagano. Si comparamos la planta de un templo griego con la del Templo de Salomón, encontramos la siguiente semejanza:
En el adyton es
donde, en teoría, tendría lugar la teofanía, que en el caso griego
sería un trance místico (con ello queremos decir un trance astral, como hemos visto en la entrada titulada LA SOGA). Lo que se hace en el Templo de Salomón es cambiar el
tipo de teofanía, sustituyendo el modelo primigenio por uno mucho más avanzado
teológicamente, pues implica una manifestación, o contemplación, de un Dios
único. El ritual de Emulación habría sacado el sepulcro del Sanctum Sanctorum
por dos razones: en primer lugar, porque la ley hebrea no permitía que
estuviese dentro del Templo, y, en segundo lugar, porque en Londres no hacían una lectura de la masonería tan esotérica como en el norte de Inglaterra, y sus
interpretaciones de la Biblia y el ritual masónico eran más literalistas. Por
estas dos razones la opción de sacar afuera la tumba del Arquitecto Jefe
resulta una opción muy londinense.
Posiblemente el hecho de que, en el Monitor de Duncan, se coloquen las cenizas
en el Sancta Sanctorum, indica un deseo de recuperar un contenido simbólico
importante que se estaba perdiendo. A pesar de la diferencia geográfica, y de
que el Monitor de Duncan fuese publicado en 1866, sin duda esta peculiar
reformulación del ritual debe haber sido adoptada décadas antes, posiblemente a
raíz del cambio introducido por el nuevo Rito de Emulación. En cualquier caso, no
contamos con elementos para realizar una afirmación definitiva al respecto, por
lo que este tema queda necesariamente abierto.