Los antiguos egipcios eran conscientes de que el cuerpo y el alma eran dos cosas diferentes. El alma (ba) era representada por un pájaro. En la imagen de abajo, el alma sale del cuerpo porque el cuerpo ha fallecido. Sin embargo, en la imagen de arriba, la joven está viva, y se refleja de manera especular en el pájaro de su alma. Esa joven está protagonizando un desdoblamiento astral.
En esta entrada del blog vamos a comentar una de las verdades más incómodas de la masonería. Ya hemos comentado en alguna entrada anterior que, en el contexto de habla española, el ritual masónico es un agujero negro en el que pocos se atreven a penetrar. Además, es común que los masones intenten convertir a la masonería (que debe ser una fraternidad iniciática) en un lobby político, o incluso en un reducto de odio y desprecio a la espiritualidad. En este contexto es comprensible que la naturaleza astral del Tercer Grado sea una verdad molesta para los masones, que algunos incluso intentan presentar como risible. Esto es lógico, pues, de reconocer la naturaleza astral del ritual masónico, quienes han convertido la masonería en política se verían reducidos a una situación absurda. Vamos a exponer ahora las diversas maneras en que los ritualistas masónicos ha descrito en distintas épocas y lugares la naturaleza astral del Tercer Grado.
¿QUÉ ES LA INICIACIÓN?
Al decir La Iniciación no nos estamos refiriendo a la ceremonia de iniciación al grado de Aprendiz Entrado. Aunque utilicemos la expresión «ser iniciado en el Primer Grado», la realidad es que la ceremonia del Primer Grado no es más que una recepción a la masonería. Es en el Tercer Grado, Maestro Masón, en el que se representa la Iniciación, con mayúscula.
Hasta el advenimiento de las religiones abrahámicas, con una teología y cosmovisión mucho más elaborada y compleja, el desdoblamiento astral ha sido la piedra angular de la espiritualidad humana. Obviamente estamos hablando de lo que, desde el punto de vista judeocristiano, se considera como paganismo. El desdoblamiento astral ha sido tan importante para la religiosidad pagana por una razón muy sencilla: era la prueba empírica de que el cuerpo y el alma eran dos cosas separadas, y demostraba también que había un mundo paralelo, únicamente espiritual. El que había experimentado esta vivencia en primera persona no necesitaba más pruebas. Pero en cierto modo también era válida para el que no la había experimentado, pues se encontraba con que una persona creíble le contaba algo increíble: hay un mundo
que existe al margen de la realidad corpórea en la que nos desenvolvemos habitualmente, y
donde no rigen las leyes de la materia. «¿Y tú como lo sabes? – Porque he
estado en ese mundo y he vuelto».
Los antiguos órficos denominaban a este fenómeno «teleté», y los eleusinos «epopteia», aunque coloquialmente los griegos se referían a ella como «ser Apolo». El latino Apuleyo se refiere a ello como «ver el sol a medianoche» (recordemos esta expresión, ver el sol a medianoche, porque la volveremos a citar).
Las cuatro etapas de la Iniciación, tal y como son descritas por el antiguo libro chino El Secreto de la Flor de Oro: recolección de la luz, nacimiento del nuevo ser en el entorno de la fuerza, separación del cuerpo-espíritu para la existencia independiente (este sería realmente el momento del Tercer Grado masónico) y consolidación de la iluminación (aquí estamos ya en el ámbito del Arco Real).
No vamos a insistir mucho en explicar ni demostrar la naturaleza de la Iniciación. El que crea en ella como experiencia real no necesita muchas pruebas, y todas las pruebas del mundo no servirían para convencer a un positivista férreo. Sí que quiero mencionar un hecho curioso: para experimentar las teletai, los iniciados griegos se recluían en una parte peculiar del templo: el adyton, que era el lugar más discreto y oculto. En los templos actuales se suele ascender por escaleras a la parte más sacra. Sin embargo, al adyton se descendía. Esto era porque, aparte de necesitar intimidad para el trance astral, se representaba que el sacerdote estaba descendiendo al Hades o inframundo.
Adyton del templo de Delfos.
Adyton del templo de Nemea.
EL CORDÓN DE PLATA
El elemento más característico de la proyección astral es el cordón de plata que une el cuerpo físico con el cuerpo astral. Este cordón de plata va a tener una importancia enorme en el simbolismo masónico.
¿CÓMO REPRESENTARON EL TRANCE ASTRAL DEL TERCER GRADO LOS RITUALISTAS MASÓNICOS?
El Tercer Grado de las Heroínas de Jericó
Vamos a empezar reproduciendo un fragmento ritual en el que el trance astral del Tercer Grado es descrito de forma un tanto brutal. Los que estamos acostumbrados a manejar rituales sabemos que la nación con los rituales masónicos de peor calidad es Estados Unidos. En el Reino Unido la masonería estuvo más o menos contenida por la Ley de Sociedad Ilegales (1799). Sin embargo, en Estados Unidos, junto con los rituales canónicos (llamémoslos York, Antiguo Gremio, Preston-Webb, etc.) coexistió toda una pléyade de rituales escritos por personas de los más variados niveles culturales. El fragmento de Tercer Grado que vamos a reproducir ahora pertenece a la orden denominada Heroínas de Jericó.
Corte de Heroínas de Jericó Pride Of Monarch nº 84, Chicago (Illinois).
El sistema de las Heroínas de Jericó fue creado en el siglo XIX para las mujeres de la comunidad negra estadounidense. Consta de tres grados: Hija de Maestro Masón (Master Mason's Daughter), Pariente Leal (True Kinsman) y Heroína de Jericó (Heroine of Jericho). El Primer Grado está basado en María, la madre de Jesús, y transmite la enseñanza de la aceptación de la voluntad del Señor, mientras el Segundo Grado está basado en Ruth, la moabita. Sin embargo, el Tercer Grado ofrece en la misma apertura de la Corte una descripción sorprendentemente transparente del trance del Tercer Grado:
VM Venerable Vicematrona, ¿sois una Heroína de Jericó?
VVM Soy una Heroína.
VM ¿De dónde venís como Heroína?
VVM De los campos de Israel.
VM ¿Hacia dónde os dirigís?
VVM A las llanuras de Jericó.
VM ¿Qué vais a recibir?
VVM La herencia bendita que fue prometida a nuestros padres en tiempos de Abraham.
VM Es un viaje largo y fatigoso, de más de tres días.
VVM Sí, viajo tanto de día como de noche.
VM Hoy está muy oscuro.
VVM No tan oscuro, pues puedo ver.
VM ¿Qué podéis ver?
VVM Un cordón escarlata.
VM ¿Por qué un cordón escarlata?
VVM Porque salvó mi vida en la hora de peligro.
La Biblia en el grado de Maestro Masón en Estados Unidos
En Estados Unidos, en el Rito del Antiguo Gremio, en el momento de abrir el Tercer Grado la Biblia no se deja abierta por 1 Reyes 5:6-8, como se hace en Gran Bretaña, sino que se deja abierta en Eclesiastés 12:6. Y esto se debe precisamente a que es en este versículo donde la Biblia menciona el cordón de plata:
En los días de la juventud acuérdate de tu Hacedor, antes de que vengan los días malos y lleguen los años en que dirás: No tengo ya contento; antes de que se oscurezca el sol, la luna y las estrellas, y vengan las nubes después de la lluvia; (...) antes que se rompa el cordón de plata y se quiebre el platillo de oro, y se haga pedazos el cántaro junto a la fuente, y se caiga al fondo del pozo la polea, y se torne el polvo a la tierra que antes era, y retorne a Dios el espíritu que El dio. Vanidad de vanidades, dijo el Cohelet, y todo vanidad. Vanidad de vanidades, dijo el sabio, y todo vanidad.
El papel de la soga en el ritual masónico
En la Masonería Antigua la soga se empleaba en todos los grados, y esta práctica se mantuvo en el Rito del Antiguo Gremio hasta 1925 aproximadamente. En el grado de Aprendiz Entrado se le ponía al candidato alrededor del cuello. En el grado de Compañero se le ponía en el hombro. Pero a partir del grado de Maestro Masón la Soga se ataba sobre el ombligo, a modo de cordón umbilical, añadiendo una vuelta más por cada grado, con excepción del grado de Pasado Maestro Virtual, en el que la soga era opcional. Esto se debía a que el quinto grado de la escalera de York no era de naturaleza iniciática sino meramente administrativa (era requisito indispensable ser pasado por la Silla para poder acceder al grado del Arco Real, y por ello se representa al candidato con sombrero, atributo del Maestro de la logia).
Actualmente, al igual que en el Ritual de Emulación, la soga solo aparece en el Grado de Aprendiz, del mismo modo que aparece en el Arco Real. Esto provocó una considerable pérdida simbólica. Sin embargo, en el siglo XIX se introdujo un elemento sustitutivo que resultaba totalmente nuevo en la masonería especulativa, y que únicamente se entiende como sustituto de la soga: el corredil o lienza. Muy probablemente, la aparición del corredil intentó paliar la pérdida de simbolismo que entrañaba la desaparición de la soga en el grado de Maestro. Extendido, el corredil viene a significar lo mismo que la soga en el Tercer Grado, el cordón que surge del centro y se extiende hasta el extremo.
Para concluir con el tema de la soga, decir que hay un detalle del Tercer Grado en el Ritual de Emulación que suele pasar desapercibido, pero que es muy importante: solo el Maestro Masón jura, en el momento de su Obligación, «responder a todas las convocatorias legítimas que me sean enviadas por cualquier Logia de Maestros Masones que se halle al alcance de mi soga». Las palabras claves son «al alcance de mi soga», pues únicamente cuando se está en el plano astral se puede contemplar el cordón de plata; y por esto los Aprendices Entrados y Compañeros no incluyen este elemento en su Obligación. Una convocatoria de este tipo únicamente tiene sentido en la condición de Maestro. Lo que nos está diciendo el ritual es que la asistencia de un Maestro a estos encuentros no es optativa. Si otros verdaderos iniciados le convocan, él debe responder a su llamada.
Visible en la oscuridad
He dejado para el final la forma más elegante y exquisita que tiene el ritual de informar a los Maestros Masones de la verdadera naturaleza del Tercer Grado. En el ritual masónico el candidato revive la muerte de Hiram Abiff para, posteriormente, ser levantado por medio de la Palabra de Maestro Masón y los Cinco Puntos de la Fraternidad. Ahora bien, fijémonos con detenimiento en algunos matices del Ritual de Emulación porque, tras sus sutilezas, encontramos un gran contenido.
Dos de los hermanos bajaron entonces a la tumba y se esforzaron por levantarlo con el Toque de Aprendiz, pero la carne se desprendía de sus huesos. Intentaron entonces con el Toque de Compañero, pero la carne se desprendía de sus huesos igualmente. Al fallar ambos en sus intentos, un hermano más diligente y experimentado, tomando más firmemente los tendones de la mano derecha, y con la ayuda de los otros dos, lo levantó por medio de los Cinco Puntos de la Fraternidad,mientras los otros, más animados,exclamaban Mahabon o Macbenac, palabras que tienen un significado casi similar, pues uno significa la muerte del constructor, y el otro el constructor está muerto.
Obsérvese que los hermanos que asisten al acontecimiento, están «más animados» (more animateden el original inglés), al tiempo que exclaman unas frases que se supone que significan «la muerte del constructor» o bien «el constructor está muerto». Es decir, demuestran su alegría ante esta supuesta muerte, que no es en realidad una muerte irreversible.
No obstante, era muy importante dejar constancia en el ritual del Tercer Grado de que lo que se había representado era undescensus ad inferos, y que por ello el nuevo Maestro Masón se encontraba ahora en el Hades. Por ello, nada más terminar la Exaltación propiamente dicha, las primerísimas palabras que le dice el Venerable Maestro al nuevo Maestro Masón son las siguientes:
Venerable Maestro — Os ruego ahora que observéis que la luz de un Maestro Masón es visible en la oscuridad...
Worshipful Master — Let me now beg you to observe that the Light of a Master Mason isdarkness visible...
La traducción«visible en la oscuridad»es aceptable. Es semejante a lo que decía Apuleyo de «ver el sol a medianoche». Pero aun así la expresióndarkness visibletiene unas connotaciones en lengua inglesa que se pierden al traducirla. El poderoso oxímorondarkness visiblefue creado por John Milton (1608-1674) para describir el infierno enEl Paraíso Perdido(1667):
…yet from those flames no light, but rather darkness visible served only to discover sights of woe, regions of sorrow, doleful shades, where peace and rest can never dwell...
…pero de esas llamas no emanaba luz, sino que la oscuridad visible sólo sirvió para descubrir vistas de aflicción, regiones de dolor, sombras lúgubres, donde la paz y el descanso no pueden habitar...
Es decir, lo primero que dice el Venerable Maestro al nuevo Maestro Masón tras su Exaltación es una metáfora que invitaría a cualquier inglés culto a pensar que se hallain inferis, y de esta forma tan elegante se le dice que ha descendido al Hades. Nada más tener lugar el trance del Tercer Grado, el Maestro Masón se halla en el inframundo.
El ritual original del grado de Maestro Perfecto (actualmente 5º grado del R.E.A.A.)
El grado de Maestro Perfecto es uno de los más exitosos de la Francia del Antiguo Régimen. Aparece ya en 1740 y se trata de un grado atronadoramente esotérico, donde se alude de manera ordinaria a las experiencias que se tienen al otro lado, tras experimentar el trance de la Maestría. La tumba está asociada a una soga de la que «se sirvieron para sacar a Hiram de la fosa y bajarlo al ataúd». En el tablero del grado se aprecia como esta soga es la que conduce al umbral por el que se transita al otro lado, el cual está representado por la cuadratura del círculo.
P. ¿Qué significa la tumba que habéis atravesado al entrar en el Santuario? R. La sepultura de Hiram en el valle. P. ¿Por qué está situada a la entrada del Santuario? R. Para enseñarnos a despojar al hombre del siglo antes de entrar en el Santo de los Santos. (Nota: «el siglo» es el mundo. Entre los monjes «vivir en el siglo» es vivir en el mundo). P. ¿Qué significa la cuerda atada a la tumba? R. Es aquella de la que los Maestros se sirvieron para sacar a Hiram de la fosa y bajarlo al ataúd. P. ¿Qué habéis hecho al entrar en la logia? R. He llegado al trono de Jehová haciendo la marcha de Aprendiz hasta las dos columnas; de Compañero de una columna a la otra, y de Maestro para atravesar las dos columnas.
P. ¿Por qué portáis el collar (cordon) verde? (Nota: otros rituales de este grado dicen «verde e iridiscente» (vert et moiré). Se refiere al cordón de plata citado en Eclesiastés 12:6, y la cuerda de la tumba también). R. Siendo el verde el símbolo de la esperanza, debemos esperar llegar al último grado para alcanzar las ciencias sublimes.
La tumba de Hiram y los ornamentos La cuerda de la que se han servido para retirar el cuerpo de Hiram de la fosa y descenderle a la tumba. La rama de acacia conocida por todos los Maestros.
A la izquierda, fragmentos del catecismo de Maestro Perfecto del manuscrito XXXVI.2 (Colección Kloss, 1760). A la derecha, tablero de Maestro Perfecto, en el que se aprecia la soga sobre la tumba de Hiram Abiff, soga que permite el paso por el dintel que lleva al otro lado (Maçonnerie des Hommes, vol.1).
Ahora bien, el caso más asombroso es el de los cuadros de logia de la preciosa Colección Von Löwen (ca. 1780), actualmente incluida en la Colección Kloss. En esta colección lo que tenemos no es solo un cuadro de logia, sino tres, que además describen de manera dinámica el proceso del trance iniciático, al punto de evocar el gráfico que hemos puesto antes de El Secreto de la Flor de Oro. La Colección Von Löwen nos muestra los cuadros de logia de un sistema en que el grado de Maestro Perfecto no está configurado como un grado, sino como una serie de tres grados que se llaman Perfecto, Perfecto Masón y Maestro Perfecto, y de los que muestra el cuadro de logia, el mandil y la joya.
No se conservan los rituales de estos grados, pero sí los tableros, los cuales nos muestran una sucesión de tres fases. Estos cuadros se trazarían con tiza en el suelo, aunque de manera más simplificada.
En ausencia del ritual no podemos interpretar bien el cuadro. Parece que haya un sacerdote solar y otro lunar, o bien un sacerdote hebreo y otro pagano. De ser esto último cierto, recordemos que en el ritual del grado de Compañero la lucha entre el bien y el mal se plasma como la guerra entre jahvistas y adoradores de Baal (Jefté y Josué contra efraimitas y amorreos), del mismo modo que el duelo más espectacular de la Biblia lo protagonizan el yahvista Elías contra cuatrocientos cincuenta sacerdotes de Baal. Lo que sí está claro es que el personaje de la izquierda está oscilando un incensario, que es un símbolo de purificación. El candelabro con las siete luces encendidas es un símbolo de iluminación. La vasija que hay sobre la mesita de la derecha podría ser un pileta para lavarse las manos (elemento que aparece en rituales de Maestro Perfecto, aunque esto no justifica que humee), y la hoguera sobre la mesita de la derecha parece evocar la pira sacrificial del Templo de Jerusalén. Sobre los querubines, la vasija con el triángulo superpuesto, la corona y la Biblia podemos especular igualmente, aunque en ausencia del ritual estas especulaciones serían gratuitas.
El cuadro de logia de Perfecto Masón es incompleto con respecto al de Maestro Perfecto; pero es incompleto porque parece indicar el proceso dinámico que llevará a la Maestría Perfecto. Aparece la tumba, pero no en su forma final, sino que en cierto modo parece que se estuviese formando; y también aparecen los círculos y los cuadrados, con lo cual se percibe cuál es el objetivo de este proceso. Sin embargo todavía no aparecen ni las lágrimas ni la cuerda, que únicamente deben aparecer en la Maestría Perfecta. No solo hay una puerta en el mediodía, sino también una en occidente y otra en septentrión (elementos estos que aparecen también en los manuscritos XXX.4 y XXVIII.1).
Por fin, en el cuadro de logia de Maestro Perfecto se ve cómo ya ha tenido lugar en trance astral. La muerte simbólica ya ha tenido lugar, aparecen las lágrimas y, sobre todo, aparece la soga que representa el cordón de plata y es inseparable de esta experiencia (la cuadratura del círculo). Ahora ya no se puede acceder por las puertas de occidente y septentrión, sino únicamente por el mediodía.
Ahora bien el proceso no termina en la Maestría Perfecta. Debemos seguir progresando y ascendiendo hasta llegar a la Visión Beatífica, ya la llamemos Maestría Escocesa, Arco Real o como deseemos. Por ello la Colección Von Löwen presenta otros dos cuadros de logia en los que la cuadratura del círculo aparece como un paso intermedio hacia niveles más elevados: Escocés Sublime y Caballero de la Espada de Dresde, y Escocés Sublime de Inglaterra y Caballero de San Andrés. En el caso de este último, las líneas de puntos que aparecen en el tablero nos indican la marcha que debería hacer el recipiendario.
El carácter tan fuertemente esotérico del grado de Maestro Perfecto provocará que acabe siendo recortado y cercenado conforme las posturas racionalistas vayan tomando peso en la Masonería francesa. En el Manuscrito Francken (1783) el grado ha sido tan diluido que únicamente aparecen unas insípidas menciones a la cuadratura del círculo. El sesgo racionalista y positivista que adoptará la masonería francesa hará que este grado quede definitivamente arrinconado, dándole todo el protagonismo al grado de Maestro Secreto. Aunque actualmente el grado de Maestro Secreto
aparece antes del de Maestro Perfecto, realmente este surge algunos años después, siendo posterior en el tiempo al de
Maestro Perfecto. Inicialmente su ritual cabía en una cara de folio, y en sus comienzos llegó a incluir en el ritual párrafos en los que
intentaba convencer al recipiendario de que no estaba recibiendo un grado sin
importancia. Pero, conforme el grado de Maestro Perfecto fue resultando cada vez
más incómodo, se potenció el grado de Maestro Secreto, el cual pasó de ser un
grado testimonial y localizado únicamente en Burdeos a ser la puerta de acceso
a las Logias de Perfección.
La vivencia que el masón de habla española tiene de la masonería es muy diferente de la que tiene el masón anglosajón. Esto se debe a una serie de razones históricas que provocan que el masón hispanohablante viva sistemáticamente de espaldas a un ritual que, por lo general, no entiende y cuyas reglas de exégesis le son ajenas. Esta incapacidad para comprender el ritual tiene su origen fundamentalmente en su desconocimiento de la Biblia, el cual a su vez creo que se debe a dos razones.
La primera razón, y la más importante, es que el idioma español va ligado culturalmente al catolicismo romano, el cual siempre ha desaprobado la lectura espontánea de la Biblia por parte de los fieles, por temor a incurrir en interpretaciones no sancionadas por la propia Iglesia Católica. Mientras las Biblias eran exclusivamente manuscritas y escasas, este peligro no existía. Pero a partir del siglo XVI, siglo en que se generalizaron las Biblias impresas y cada hogar podía poseer una, la actitud ante este hecho difirió notablemente según se tratase de naciones católicas o protestantes. En las naciones protestantes la lectura de la Biblia era parte fundamental de la vivencia religiosa cotidiana. Entre los puritanos y presbiterianos lo normal es que por la noche se leyesen pasajes de la Biblia en familia, del mismo modo que en Inglaterra surge el fenómeno de los lectores: personas con una dicción especialmente cuidada que ocasionaban que los fieles se congregasen en la iglesia para escucharles leer la Biblia. El hábito de leer la Biblia provocó que se elevase rápidamente el nivel de alfabetización y se generalizara el conocimiento de los pasajes y personajes bíblicos. Sin embargo, en las naciones católicas, la lectura de la Biblia se convirtió en algo inhabitual, prestándose más atención a la labor catequética, la cual tamizaba el contenido bíblico según el dogma. Aunque hay otras causas, seguramente esta sea la principal circunstancia que abocó a la población de España y sus colonias a un nivel de alfabetización inferior. Por ejemplo, en Inglaterra el índice de alfabetización en 1750 alcanzaba ya el 60%. Por el contrario, en España no contamos con estadísticas de los siglos XVIII y XIX, pero en 1900 el índice de alfabetización era tan solo de un 44%. En el caso de la masonería de habla española, este contexto provocó una absoluta falta de familiaridad con la Biblia, resultando esta ignorancia aún más palmaria en el caso del Antiguo Testamento, que es precisamente de donde se extraen los relatos y personajes del ritual masónico actual.
A este desconocimiento de la Biblia se añadió en la masonería de habla española otro hecho peculiar: la politización que experimentó esta durante finales del siglo XIX y comienzos del XX (siguiendo el modelo francés) provocó que la política y el anticlericalismo anidasen en buena parte de la masonería de habla española. Un porcentaje importante de masones hispanohablantes ya no solo desconocían la Biblia: ahora también la desdeñaban. Obviamente estas actitudes pueden matizarse según países, logias o incluso los hermanos particulares; pero estamos ante una situación que no puede ignorarse si quiere entenderse de manera sencilla la mala relación del masón de habla española con la Biblia, y por ende con el ritual que practica. Estos dos factores, desconocimiento de la Biblia y politización / anticlericalismo, forman un pésimo caldo de cultivo para que los hermanos puedan desarrollar el interés y la capacidad para adentrarse en las sutilezas de un ritual masónico que no comprenden y por cuyo contenido espiritual sienten, en muchas ocasiones, un sincero rechazo o incluso desprecio. Esta situación coloca al masón en cuestión en la misma situación que un filólogo que desconociese el latín y el griego, o de un físico que desconociese el cálculo integral, pues le priva de la herramienta básica para entender su disciplina. El resultado es que el masón de habla española es en general incapaz de penetrar en el ritual.
La Biblia del Oso (1568), primera traducción impresa de la Biblia en español. El traductor fue Casiodoro de Reina, religioso jerónimo español convertido al protestantismo. Se colocó en la portada una ilustración de un oso buscando miel, logotipo del impresor bávaro Matthias Apiarius, para evitar el uso de iconos religiosos.
El aspecto religioso impregna los rituales masónicos. Incluso en un ritual tan depurado y con voluntad ecuménica como el Ritual de Emulación nos encontramos el sesgo religioso, pues cuando se abren trabajos en Primer Grado la Biblia está abierta en la Epístola a los Romanos. Tanto un católico como un protestante te dirán que Romanos es un documento fundamental del cristianismo. Y desde luego que lo es. Pero en el caso de los protestantes es realmente la piedra angular de su teología. Seguramente los Modernos ya abrían la Biblia en Romanos. En contraste con este hecho, sabemos que los Antiguos abrían la Biblia por la segunda epístola de Pedro. El mero hecho de abrir la Biblia por una epístola de Pedro es una clara declaración de fe por parte de los Antiguos, que eran en su mayoría católicos irlandeses: «somos papistas» (abrían por 2 Pedro y no 1 Pedro porque 1 Pedro es un intento por parte de los seguidores de Pablo de presentar a Pedro como partidario teológico de Pablo, lo que no era cierto, y no refleja la teología petrina, sino paulina). En Estados Unidos, en el Rito de York, durante el Tercer Grado la Biblia se abre en Eclesiastés 12:6 porque en ese pasaje se cita ese elemento escandalosamente pagano que es el cordón de plata, y es la mejor forma de recordarnos la verdadera naturaleza del grado de Maestro Masón (y la razón por la que solo el Maestro Masón, y no los Aprendices y Compañeros, están obligados a acudir a las convocatorias «al alcance de su soga»). La espiga junto a la cascada de agua del grado de Compañero aparecen en el ritual porque, a lo largo del Antiguo Testamento, la eterna lucha entre el falso dios Baal y el Dios verdadero Jehová se plasma siempre en batallas espirituales por dirimir quién era capaz de proveer agua y grano (que es la gran preocupación en cualquier cultura agrícola), y la lucha entre Baal y Jehová es en realidad la lucha entre el bien y el mal. Del mismo modo que el episodio en los vados del Jordán donde se exige pronunciar la palabra Shibboleth tiene lugar entre las tropas galaaditas de Jefté (yahvistas) y los efraimitas (paganos politeístas, y por ello degollados).
La razón por la que existen los Toques masónicos se debe a Gálatas 2:9 y al calvinista Rito de la Palabra de Masón. Los católicos acusaban a los protestantes de no estar en posesión de la gracia, pues no tenían obispos, que son quienes confieren el sacramento del Orden Sacerdotal. En Gálatas 2:9 Pedro da la mano a Pablo (quien no había conocido personalmente a Jesús) como señal que reconocía la gracia en él. Los calvinistas escoceses dedujeron que, al igual que Pablo no había tenido que recibir la gracia a través del contacto directo con Jesús, tampoco los reformadores (Lutero, Calvino, Knox, etc.) necesitaban de la Iglesia católica, que se llama a sí misma heredera de los apóstoles. Por eso los masones calvinistas de Escocia comenzaron a dar a sus hermanos la mano en señal de reconocimiento, y este hecho es el origen de los toques que se practican actualmente en los diferentes grados. Puede leerse más al respecto en
La alianza entre Dios y los hombres es otro de los grandes protagonistas de la masonería que resulta también habitualmente desconocida. Esta es la razón por la que en el R.E.A.A. aparecen con frecuencia Moisés y la Zarza Ardiente, así como Noé y el arco iris (otros dos grandes protagonistas del pacto entre Dios y el hombre). Pero, sobre todo, donde aparece de manera esplendorosa el Antiguo Testamento es en el universo del Arco Real: los Sobrestantes regresan del exilio babilónico para reconstruir el Templo, del mismo modo que el alma humana, exiliada temporalmente en este mundo, regresará un día al Paraíso. El Arco Real aparece en el R.E.A.A. en los grados 13º Arco Real y 14º Perfecto Elegido y Sublime Masón. En la Masonería Antigua, el Arco Real está acompañado de otras dos ceremonias que se llaman Pase Babilónico (grado 15º Caballero de Oriente del R.E.A.A.) y Pase del Jordán (grado 16º Príncipe de Jerusalén del R.E.A.A.). En el Pase Babilónico o 15º Caballero de Oriente, Zorobabel, líder de los hebreos babilónicos, solicita admisión ante el rey Ciro. El rey permite a Zorobabel que entre, y este pide la libertad para los judíos cautivos. El rey Ciro, que ha tenido un sueño, accede y le da permiso para que regrese con los hebreos a Jerusalén a reconstruir el Templo. En el Pase del Jordán o 16º Príncipe de Jerusalén, los samaritanos politeístas han conseguido detener la construcción del Segundo Templo. Debido a esto, dieciséis años después del Pase Babilónico Zorobabel regresa a Persia desde Jerusalén para pedir al rey Darío que le apoye para culminar la construcción del Segundo Templo.
La deportación de los judíos al cautiverio babilónico, por Eduard Bendemann (1811-1889).
El ritual masónico sigue en general unas ternas de personajes que se llaman Los Originales, que son una herramienta catequética de la Reforma Inglesa. Los catecismos protestantes empleaban como medio de estudio estas ternas que resultarán familiares a cualquier masón, y que en lengua inglesa se denominan The Originals:
Adán, Caín y Abel
Set, Lamech y Tubal
Noé, Sem y Jafet
Abraham, Isaac y Jacob
Moisés, Oholiab y Besalel
Salomón, Hiram Rey de Tiro e Hiram Abiff
Josías, Hilcías y Safán
Zorobabel, Ageo y Josué
José, María y Jesús
Pedro, Santiago y Juan
Pilatos, Caifás y Cristo
La terna formada por Salomón, Hiram Rey de Tiro e Hiram Abiff es la que articula el grado de Maestro Masón, así como otros grados que continúan dicha leyenda, como es el caso de 5º Maestro Secreto o 6º Secretario Íntimo. Noé, Sem y Jafet protagonizan el grado de Nautas del Arca Real e igualmente el grado 21º Patriarca Noaquita, del R.E.A.A. Josías, Hilcías y Safán son la terna protagonista del Arco Real irlandés. Zorobabel, Ageo y Josué son los Principales del Arco Real inglés...
El Valle de Josafat en la actualidad. Se aprecia la tumba de Absalom.
Para defender la tolerancia religiosa, durante todo el siglo XVIII se mantuvo en los rituales anglosajones y franceses (aunque dudo que los franceses supiesen lo que significaba) un elemento muy interesante: el Valle de Josafat. El Valle de Josafat aparece en la Biblia aparece en 1 Reyes y Joel 3, y fue incluido porque Josafat, a pesar de mantenerse fiel al culto oficial (a Jehová), permitió que los paganos siguiesen realizando ofrendas en los altares a los demás dioses. De este modo los autores del catecismo masónico podían justificar bíblicamente que, junto a un credo oficial (el anglicano) coexistiesen otros cultos (cuáqueros, calvinistas, etc. Pero ojo, no católicos ni unitaristas, creencias que estaban perseguidas, los primeros por malos súbditos y los segundos por herejes).
El desconocimiento de la Biblia nos impide también percatarnos de la aberración, de dimensiones auténticamente siderales, que supuso estar enterrando a Hiram Abiff sistemáticamente dentro del Sanctum Sanctorum en todos los rituales del siglo XVIII (hecho que no era un error, sino algo totalmente intencionado, pues el ritual del Tercer Grado es pagano). Y lo mismo puede decirse del hecho actual de situar la bóveda del Arco Real (que es en realidad la última tumba de Hiram Abiff) debajo del Sanctum Sanctorum, en otro acto sacrílego). Pero al contemplar estas transgresiones del Levítico no debemos olvidar que no estamos jugando con las reglas del judaísmo, sino con las del paganismo...
En fin, podríamos seguir dando ejemplos de como los pasajes bíblicos son la clave para comprender el ritual masónico. En cualquier caso, el hecho es que la masonería de las naciones hispanohablantes se ha construido sobre la base de la ignorancia de la Biblia, cuando no sobre el rechazo a la misma, con lo que el ritual resulta algo incomprensible, una especie de agujero negro dentro de la propia vivencia masónica. Para algunos incluso es un mal necesario, un precio a pagar para poder dedicarse a hacer otras cosas dentro de la masonería. Pero el hecho es que para penetrar en el contenido simbólico del ritual no hay ningún camino que no pase por la Biblia.
Por si alguien que lea esto tiene interés en conocer algo de cómo funciona el discurso interno de la Biblia, así como de sus mecanismos de exégesis, os pongo algunos vídeos de interés.
José Luis Sicre: Introducción al Antiguo Testamento.
José Luis Sicre: Elías, el profeta que se alzó como el fuego.
José Luis Sicre:El profeta Isaías.
Antonio Piñero: Marcos, Mateo, Lucas, Hechos Y Juan - Los cuatro Evangelios.
Antonio Piñero: La religión judía, orígen y evolución.
Antonio Piñero: Guía para entender a Pablo de Tarso.
En esta entrada del blog vamos a abordar un hecho que me parece sumamente interesante y al que seguramente no se presta atención porque transcurrió en un contexto muy distinto al actual: la masonería francesa del Antiguo Régimen. Me refiero a la situación estatutaria de los Maestros Escoceses, que eran un auténtico estamento dentro de la masonería francesa, con unos privilegios muy superiores a los del resto de hermanos.
El grado (o más bien la condición) de Maestro Escocés es lo que hoy en día denominamos el Santo Arco Real. Pero, tanto en Inglaterra como en Francia, su contenido no versaba inicialmente sobre el descenso a la bóveda, sino que giraba en torno al Templo del Rey Salomón. Posteriormente aparecerían, primero el círculo y el triángulo con el Nombre Inefable, posteriormente el Arco, y finalmente se incorporaría el descenso a la bóveda. Ya que la condición de Maestro Escocés existe como tal desde los albores de la masonería francesa (antes incluso de 1740), los rituales de Maestro Escocés reflejan muy bien esta evolución. Pero este no es el tema que nos ocupa ahora.
La condición de Maestro Escocés acabaría dando lugar al actual grado 14º del R.E.A.A., Gran Elegido Perfecto y Sublime Masón, o como era conocido en Burdeos y la Antillas, Gran Elegido Perfecto, antiguo Maestro Escocés. Al ser en realidad el Arco Real, este grado era el más alto, y se entiende con facilidad la evolución del Rito Escocés Antiguo y Aceptado si pensamos que primero se rellenó el hueco existente entre el grado 3º Maestro Masón y el 14º Gran Elegido Perfecto y Sublime Masón (apareciendo Maestro Perfecto, Maestro Inglés, Preboste y Juez, etc.) y una vez rellenado este hueco se comenzaron a añadir grados superiores al 14: 15º Caballero de Oriente, 16º Príncipe de Jerusalén, etc. Por esta razón en el Manuscrito Francken (1783) y otros manuscritos de la época, al concluir el texto del grado 14º aparece escrito «Fin de la Masonería Antigua».
En suelo francés la realidad de la Maestría y la Maestría Escocesa resulta notablemente más complicada que en el caso inglés, pues existirán varios grados distintos de Maestría por medio de los cuales se podrá acceder a la dignidad de Maestro Escocés. No solo existirá el grado de Maestro Masón a la manera de los ingleses de Londres, sino que también existirán las maestrías denominadas Maestro Inglés (actual grado 6º del R.E.A.A., que gira en torno a la Alianza del Rey Salomón e Hiram Rey de Tiro, así como al Arca de la Alianza) y el grado que actualmente conocemos en el R.E.A.A. como 8º Intendente del Edificio, pero que inicialmente se llamaba Escocés de las Tres JJJ o Escocés de Clermont, y que probablemente cambió de nombre para honrar al primer Gran Maestro francés de Francia, el duque de Antin, quien durante casi 30 años fue el Superintendente de los Edificios de Luis XIV primero, y posteriormente Luis XV. Y para acabar de complicar el contexto, debemos recordar que en París lo normal no es que se eligiese a los hermanos democráticamente, sino que existía la figura del Maestro propietario, quien había adquirido la carta patente para fundar la logia y era literalmente el propietario de la misma.
Un rasgo muy peculiar de la masonería francesa es que los Maestros Escoceses se constituirán en un verdadero estamento, con privilegios estatutarios muy superiores a los del resto de los hermanos. Los privilegios de los Maestros Escoceses serán los siguientes.
1) Podían permanecer cubiertos en logia de Maestros Masones y llevar espada.
2) Eran los supervisores de las logias simbólicas.
3) Tenían libertad de palabra en logia simbólica.
4) Imponían que un Maestro Escocés presidiese las logias simbólicas en los tres primeros grados.
5) En caso de falta un Maestro Escocés solo podía ser juzgado por Maestros Escoceses, y la pena se votaba entre ellos.
6) Las logias de Maestros Escoces llegaron a emitir Cartas Patentes, lo que suponía una invasión de las competencias de la Gran Logia.
7) Podían iniciar, pasar y elevar en los lugares donde no hubiese logia simbólica.
Tras la muerte del duque de Antin, el 11 de diciembre de 1743 es instalado como Gran Maestro el conde de Clermont. Y en el mismo día de su instalación se aprueban unos nuevos estatutos que parecen poner fin a los privilegios de los Maestros Escoceses:
Reglamentos Generales extraídos de los antiguos registros de las logias, para uso de las logias de Francia, con los cambios realizados en la Asamblea de la Gran Logia, tenida el 11 de diciembre de 1743, para servir de regla a todas las logias del reino (20 artículos).
Artículo 20. Como apreciamos que, desde hace poco, algunos hermanos se anuncian bajo el nombre de Maestros Escoceses, mostrando ciertas pretensiones en las logias particulares y exigiendo prerrogativas de las que no se encuentra justificación alguna en los registros antiguos y costumbres de las logias esparcidas sobre la faz de la tierra, la Gran Logia ha determinado, con el fin de preservar la unión y la buena armonía que debe reinar entre los Francmasones, que a menos que estos Maestros Escoceses sean oficiales de la Gran Logia, o de cualquier logia particular, serán considerados por los hermanos como los demás Aprendices y Compañeros, cuya regalía deberán portar sin llevar marca de alguna de distinción de ningún tipo.
Cuando el lector moderno lee esto tiene automáticamente la sensación de que el sentido común ha triunfado, pues hoy nos parecen intolerables estos privilegios. De hecho, piensa que este es el fin de la historia de los privilegios de los Maestros Escoceses. Sin embargo, la documentación que se conserva resulta un tanto desconcertante porque se aprecia que los Estatutos de la Gran Logia de 1755 les devuelven los privilegios:
La única copia actual disponible en línea de los Estatutos de 1755 es la publicada en la revista The Freemason en tres partes durante los meses de junio y julio de 1885. El artículo 42 reza:
Artículo 42. Los Maestros Escoceses serán los supervisores de los trabajos, y solo ellos podrán corregir los errores. Tendrán libertad de palabra, la de ir siempre armados y cubiertos, y no podrán ser corregidos si incurren en falta más que por los Escoceses.
El manuscrito XXV.31 de la Colección Kloss lleva por título Ecossisme de Clermont : 1. Apprentis. 2. Compagnon. 3. Grand Sacrificateur ou Maître Ecossais. Alphabet. Traité historique. Sin duda es posterior a 1751, pues reconoce la autoridad de los Caballeros de Oriente, y muy probablemente posterior a los Estatutos de 1755, pues los cita casi de manera literal. En párrafo final de este contiene el siguiente texto (obsérvese que afirma, ya en ca.1755, que el grado de Caballero de Oriente y superiores están restringidos a los Maestros de Logia, cosa que no se puede afirmar de los Maestros Escoceses):
Solo los Maestros Escoceses serán los supervisores de los trabajos. Si incurren en falta no podrán ser corregidos más que por los Escoceses. Tienen libertad de palabra, la de ir siempre armados y cubiertos, y por último no reconocerán más autoridad por encima de ellos que la de los Caballeros de Oriente y otros subsiguientes que solo se conceden a los Maestros de Logia.
Por último quiero citar el manuscrito XXVIII.23de la Colección Kloss, que lleva por título Reception de Grand et Parfait Maître Écossais. Instruction. Ordre de réception. Statuts et réglements. Santé des Écossais. Clôture de la Loge. Este manuscrito consta del ritual de Perfecto Maestro Escocés, así como de los Estatutos de los Maestros Escoceses, y va adjunto a una carta datada en París el 30 de julio de 1760:
Artículo VII. Los Escoceses presiden en las logias de los tres primeros grados. No se podrá pronunciar una pena contra un Maestro Escocés que caiga en falta; se reservará el castigo para hacerlo efectivo en logia escocesa y este castigo no será nunca ligero.
Artículo VIII. Siendo los Grandes Escoceses los supervisores designados de la orden, tienen derecho, en esta calidad, de establecer logias y de hacer masones de los tres primeros grados en los lugares donde no haya logia regular y constituida, o establecida por los Maestros Escoceses o por los Caballeros de Oriente.
Artículo IX. Cuando sea preciso pronunciar cualquier pena contra un Maestro Escocés por alguna falta cometida, se procederá a una votación, bien entendida en logia escocesa.
Sin embargo, a pesar de este texto datado en 1760, copiado por los masones de una logia escocesa particular, el hecho es que los Estatutos de la Gran Logia de Francia de 1763, promulgados solo tres años después, no incluían ya ninguna alusión a los Maestros Escoceses. Por ello, suponemos que en la década de los 1760 esta figura se acabó diluyendo definitivamente y convirtiéndose en el actual grado 14º del R.E.A.A., Gran Elegido Perfecto y Sublime Masón.
A pesar de mis intentos por encontrar más documentación o bibliografía acerca de esta notable discrepancia entre los Estatutos de 1743 y la situación posterior de los Maestros Escoceses, el caso es que no pude encontrar nada que me resolviese esta duda. Me decidí por ello a escribir a la persona que probablemente más sabe acerca de la masonería del Antiguo Régimen francés, que es el masonólogo y hermano André Kervella. Su respuesta arrojó definitivamente luz sobre este asunto, y con ella concluyo esta entrada:
Mi querido amigo,
Plantea usted una pregunta legítima. ¿Cuál es la lógica entre los llamados reglamentos de la Gran Logia de París de 1743 y los de 1755?
Proporciono la respuesta en mi biografía del conde de Clermont (Ivoire-Clair, 2011). Sencillamente, el reglamento de 1743 fue redactado el 11 de diciembre por una facción (burguesa) de la Gran Logia, antes de la elección del conde, que tuvo lugar el día 12. Una vez elegido, Clermont, evidentemente, no aplicó estos reglamentos, sino que ideó otros. La cronología es la siguiente:
9 de diciembre de 1743: muerte del duque de Antin.
11 de diciembre: reunión ilegítima de una parte de la Gran Logia, redacción de los Reglamentos o, para ser más precisos, añadido al final del texto del artículo sobre los Maestros Escoceses. Este reglamento estaba siendo estudiado por el Gran Maestro, el duque de Antin. Los Venerables Maestros, reunidos sin mandato, añadieron la prohibición de los escoceses.
12 de diciembre: elección de Clermont.
El 24 de junio de 1745, la logia de Clermont publica un nuevo reglamento. El artículo 18 reza: «Sólo el venerable, el orador y los hermanos condecorados con grados superiores, tendrán la libertad de ir cubiertos y armados, y todos los demás irán sin sombrero». Se trataba de un reconocimiento explícito del Maestro Escocés, que fue confirmado en 1755.
Se sabe que en 1743 Clermont era muy favorable a los grados escoceses. No se le pueden atribuir los artículos de diciembre de 1743. Clermont fue efectivamente elegido el día 12, y no era aún Gran Maestro el día anterior. El reglamento del día 11, a fortiori, no es obra suya.
Clermont siempre ha sido coherente consigo mismo.
Fraternalmente tuyo,
André Kervella
El conde de Clermont, Gran Maestro de la Gran Logia de Francia de 1743 a 1771.
Artículo publicado en el número 26 de la revista digital del C.E.M.I.
André Hercule de Fleury (1653 – 1743). Óleo de Hyacinthe Rigaud, palacio de Versalles.
Los masones jacobitas introdujeron en el ritual al cardenal Fleury, primer ministro de Luis XV, como el hombre que guió a los Elegidos en su búsqueda del primer asesino de Hiram Abiff.
Desde la Revolución Gloriosa de 1688 se sucedieron en las Islas Británicas una serie de levantamientos jacobitas que se saldaron con una diáspora jacobita, que se extendió desde la Fuga de los Gansos Salvajes (tras la derrota en la Guerra de los Dos Reyes, 1689) hasta la debacle final en Culloden (1746). La mayor parte de estos jacobitas eran católicos romanos (o, como se dice en el contexto anglosajón, papistas). Si bien en suelo francés también había logias hannoverianas, los masones jacobitas intentaron obtener la bendición real y eclesiástica.
En la etapa en que la masonería comenzó a arraigar en Francia, el hombre más poderoso, después de Luis XV, era el cardenal André-Hercule de Fleury, nacido el 22 de junio de 1653 en Lodève, Francia, y fallecido el 29 de enero de 1743 en París. Fleury ejerció de facto como primer ministro del rey Luis XV de 1726 a 1743, aunque debido a su edad nunca aceptó formalmente el nombramiento de premier ministre. Coloquialmente se le conoce como el Richelieu de Luis XV. Fleury era un hombre brillante, cuyos mayores logros fueron en política exterior. Entabló una estrecha relación de trabajo con el primer ministro británico, sir Robert Walpole, y se esforzó por reducir las tensiones que iban en aumento entre Gran Bretaña y España. Gracias a sus esfuerzos, se evitó que las hostilidades que estallaron entre España y Gran Bretaña en 1727 se convirtieran en un conflicto europeo, al tiempo que fortaleció las relaciones entre Francia y Austria.
Los masones jacobitas intentaron buscar en Francia la protección, o al menos cierta indulgencia, por parte de la corona y la iglesia. La persona clave en este asunto fue el cardenal Fleury, quien, a pesar de las buenas intenciones de los masones, prohibió las tenidas y no hizo más que poner dificultades a la masonería.
A la izquierda, Luis XV. A la derecha, el cardenal Fleury.
El 17 de marzo de 1737 el cardenal Fleury pedía al teniente general de policía, Hérault, que suspendiese las tenidas masónicas y prohibiese a hosteleros y restauradores servir comidas en dichas asambleas. El intento más conocido de solventar esta situación fue el protagonizado por el caballero Ramsay.
Al tener conocimiento de la prohibición, el 20 de marzo de 1737 Ramsay envió su primera versión del Discurso a Fleury, invitándole a apoyar la sociedad de los masones libres. Ramsay se centraba en presentar a los francmasones como ciudadanos leales dentro de la comunidad, y que trabajaban para mejorar las costumbres y fomentar la virtud y la ciencia.
El 22 de marzo de 1737 Ramsay envía su segunda versión del Discurso a Fleury. Esta segunda versión también tiene un carácter marcadamente más cristiano que la primera, y los pasajes tan citados que vinculan a la masonería con los cruzados medievales podrían considerarse como un instrumento utilizado por Ramsay para corroborar que la Orden no sólo estaba en consonancia con el cristianismo ortodoxo, sino también en concordancia con la Santa Iglesia Católica Romana. Además, Ramsay le pide consejo a Fleury acerca del modo de proceder para que las tenidas masónicas sean legalizadas, pero la respuesta de Fleury es tan sencilla como clara: "El rey no lo desea" (Le roi ne le veut pas).
Las tenidas masónicas estuvieron prohibidas hasta la muerte de Fleury en 1743, aunque esto no implica que no se celebrasen.
El duque de Antin, Gran Maestro entre 1738 y 1743, espada en mano impide a la policía que entre en la logia.
El examen de los rituales manuscritos de la Colección Kloss permite apreciar que un grupo de jacobitas tuvo una idea que no sabemos si era un disparate o una genialidad: intentaron honrar al cardenal Fleury convirtiéndolo en el guía que conducirá a los Elegidos a la cueva donde se halla el primero de los asesinos de Hiram Abiff. Suponemos que el objetivo de esta medida sería intentar ablandar la oposición del cardenal hacia los masones.
Vayamos por partes.
El grado de Elegido de los Nueve se creó fusionando dos grados previos: Pequeño Elegido y Elegido de Pérignan, también llamado Elegido del Desconocido.
Primer y segundo tableros del grado de Elegido de los Nueve, en los que destaca el perro. Tableros de la colección del barón von Löwen.
En el relato de Pequeño Elegido y Elegido de los Nueve, es un perro el que guía a los Elegidos a la cueva del primer asesino de Hiram Abiff. Este relato es un trasunto de los acontecimientos astronómicos que dieron lugar al relato del mito de Osiris (el mito de Hiram Abiff es el mito de Osiris bajo terminología hebrea; puede encontrarse más información aquí). El perro es la Estrella Perro, que los hebreos llamaban Caleb Anubach (el perro que ladra) y no es otra que Sirio. Ahora bien, los autores de estos rituales desconocían este hecho. Ellos pensaban que detrás de la figura del perro había una persona, a la que llamaban el Desconocido.
Ritual del grado de Elegido de los Nueve: A continuación (el recipiendario) se sitúa y se sienta junto al perro (hay una imagen de un perro). Se le narra la historia, que relata el deseo que tenía Salomón de saber quién era el asesino de Hiram, y que un desconocido, representado por un perro, promete descubrir; que era preciso elegir por medio de escrutinio, para no provocar envidias, quiénes fueron los nueve Elegidos; y que el celo arrebató a Stolkin, quien corrió allí el primero, y mató a Abiram. Manuscrito Kloss XXX.5.
Como vemos, los masones autores de este ritual pensaban que el perro representaba a una persona. Y aquí es donde viene la ocurrencia: llamaron a esa persona Pérignan.
Elegido del Desconocido (dicho de Pérignan).
Manuscrito Kloss XXXVI.5
Pregunta - ¿Por qué el desconocido advirtió a Salomón? Respuesta - Para satisfacer el edicto que este sabio rey había hecho publicar, y obtener la recompensa ofrecida por este edicto. P - ¿Cómo alimentó el desconocido a Abiram y durante cuanto tiempo? R - Siete días completos. P - ¿Cómo llamáis vos a este desconocido? R - Pérignan.
Pérignan es Fleury
Ubicación de Fleury (Pérignan) en el Languedoc.
Fue precisamente el cardenal Fleury el que cambió el nombre de la localidad de Pérignan por su apellido Fleury. Este es el relato de cómo aconteció este hecho. La web original en francés es esta.
¿Por qué se llama Pérignanais a los habitantes de Fleury? Los historiadores han encontrado la respuesta a través de la historia.
Las Chroniques Pérignanaises nos dicen: "Nuestro pueblo cambió de nombre por decisión testamentaria debido a la falta de herederos directos; el 9 de enero de 1651, Hercule de Thézan, señor y barón de Pérignan y otros lugares, vendió las tierras y la baronía de Pérignan a su cuñado, Pierre de Fleury, originario de Lodève. Pierre de Fleury, sin heredero, legó su baronía al hijo mayor de su hermano Jean, Gabriel, que fue barón hasta 1693. Sin hijos, legó su propiedad a su hermano Henri. Una vez más, sin descendencia directa, el testamento se hace a favor de su hermano, (el cardenal) André Hercule de Fleury, entonces obispo de Fréjus. El nuevo barón de Pérignan decidió inmediatamente su sucesión, ya que pensaba en una carrera versallesca. Nombró entonces barón de Pérignan al hijo mayor de su hermana Marie, Jean Hercule. En 1715, Monsieur de Fréjus, como se le llamaba a veces, abandonó su sede episcopal y regresó a Versalles, donde se convirtió en tutor del joven Luis XV. En 1726, el rey le nombra primer ministro y propone al Papa que le conceda el título de cardenal. El nuevo ministro no se había olvidado de Pérignan; añadiendo la baronía de Pérignan, sus propiedades de Lodève y los bienes del padre de Jean Hercule, fundó un ducado, y para que su patronímico no desapareciera, decidió que Pérignan se llamaría Fleury y que Jean Hercule y sus futuros herederos serían duques de Fleury. Así se lo propuso al rey, quien ratificó las intenciones del cardenal. Fue así como en 1736 Pérignan se convirtió en Fleury. "Los acontecimientos históricos entre la Revolución y el reinado de Luis XVIII hicieron que Fleury volviera a ser Pérignan y que Pérignan volviera a ser Fleury... ¡en varias ocasiones!
Es evidente que los masones jacobitas que crearon el grado de Elegido de Pérignan estaban pensando en el cardenal Fleury.
¿Cómo sabemos que los masones que crearon el grado de Elegido de Pérignan eran jacobitas? La respuesta es sencilla: porque el nombre de uno de los asesinos es Runvel (Cromwell); porque en el ritual aparece la palabra Cabul (los jacobitas empleaban las palabras Cápule y capulista para no tener que usar el hannoveriano Giblim, puede leerse más al respecto aquí). Y por último, por el tablero del grado:
El origen jacobita de los grados de Elegido de Pérignan y Elegido de los Quince queda evidenciado por el hecho de que, en los tableros de grado, empalan las cabezas de los asesinos de Hiram Abiff, del mismo modo que Carlos II decapitó el cadáver de Cromwell y clavó su cabeza en una pica, vengando así la muerte de su padre, Carlos I. A la izquierda, tablero del grado de Elegido de Pérignan (manuscrito Kloss XXXVI.7); en el centro, tablero del grado de Elegido de los Quince (Maçonnerie des Hommes). A la derecha, la cabeza empalada de Cromwell, que fue enterrada finalmente en 1960.
Estos los los hechos, aunque no podemos estar realmente seguros de por qué estos masones jacobitas incorporaron al cardenal Fleury al ritual. Al fin y al cabo, nos separan casi 300 años de los acontecimientos narrados en esta entrada del blog.