El profeta Amós y la Plomada

 


El profeta Amós es un personaje que apenas aparece en los rituales masónicos que empleamos en España. Sin embargo, su nombre resulta familiar para los masones porque, durante el Segundo Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, así como en el Rito Escocés Estándar y en el Rito de York, la Biblia permanece abierta en Amós 7:7-8. En el Rito de York, Amós aparece notoriamente en el grado de Compañero.

Así pues, hay dos cuestiones que ver respecto a este personaje encuadrado en el grupo de los denominados "profetas menores":

1) ¿Quién era Amós?

2) ¿Por qué se abre la Biblia en Amós 7 en el grado de Compañero del Rito Escocés Estándar, R.E.A.A. y del Rito de York, en el cual además aparece?

La figura de Amós ha sido largamente estudiado por todos los historiadores y exégetas bíblicos, y puede encontrarse abundante información sobre él en internet, por lo que nos limitaremos a explicar someramente su biografía.


¿Qué es un profeta?

No está de más que, antes de abordar la vida de Amós, nos detengamos en la figura de los profetas. El profeta entra del grupo de los mediadores, personajes que sirven de puente entre los mortales y la divinidad. En este grupo entran no solo los profetas, sino también los sacerdotes, adivinos y chamanes. Lo que diferencia a un adivino de un profeta es que el adivino emplea medios técnicos, ya sea un animal sacrificado cuyas vísceras examina, o un baraja del Tarot. El profeta, sin embargo, siente nacer en su espíritu el imperativo de que debe transmitir a la sociedad que le rodea un mensaje directo de Dios. Por ello los profetas no predican para el común de los mortales, sino que acuden inequívocamente al rey para transmitirle su mensaje y amonestarle por sus incumplimientos de la Ley.

Un pastor de Tecoa

Amós era pastor un pastor de la pequeña localidad de Tecoa que también se ganaba la vida cultivando higos de sicomoro, a los que pinchaba para que madurasen antes. Los higos de sicomoro eran una típica comida de pobres, y es que en el Libro de Amós el tema de las clases sociales y las diferencias entre ricos y pobres va a tener una gran importancia. En el momento en que Amós entra en escena, lo que hoy conocemos como Israel estaba divido principalmente en dos partes: el reino de Judá al sur, y el reino de Israel al norte.

Aunque Amós había nacido en Judea, fue en el reino de Israel donde desarrollaría su labor profética, luchando contra la corrupción moral y religiosa de aquel país cismático que se había separado de Judá y, lo que es peor, del Templo de Jerusalén. Amós, que no dejaba de ser un pastor rudo, condenará ante el rey Jeroboam II la corrupción de las élites, la injusticia social y la hipocresía en que había caído la vida religiosa de Israel. La vida de Amós, como la del resto de israelitas de su época, estuvo marcada por un gran terremoto que no solo afectó a Israel, sino incluso a Jerusalén.

Por no extendernos más, ponemos a disposición del lector este enlace en que el podrá conocer mejor la figura histórica de Amós, si así lo desea:



Amasías expulsa a Amós del templo de Bethel

¿Por qué aparece Amós en el ritual masónico?

Actualmente, Amós aparece en tres ritos: en primer lugar, en el Rito de York, donde aparece en el ritual de Segundo Grado, siendo además la Biblia abierta por Amós 7:7-8. En segundo lugar, en el Rito Escocés Estándar; y finalmente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Pero en estos dos últimos casos Amós no aparece en el ritual; su presencia se limita al hecho de que la Biblia sea abierta por Amós 7:7-8 durante el Segundo Grado. 

Amós es un personaje muy distinto a los dos héroes militares del Segundo Grado masónico, que son Josué y Jefté. Amós tiene un componente social muy marcado, pues condena la explotación de los pobres a manos de los ricos, insensibles ante la pobreza y miseria de muchos. De hecho, Amós afirma que Dios desaprueba esta situación, y que el castigo llegará en forma de exilio en tierra extranjera.

Por otra parte, desde el punto de vista teológico, Amós es también ligeramente diferente a los citados Josué y Jefté. Josué (c.1215 a.C.) y Jefté (c.1170 a.C.) tienen en común que ambos luchan contra el culto a Baal, dios de la lluvia y la fertilidad, quien literalmente se disputaba el universo espiritual hebreo con el Dios verdadero Jehová. Sin embargo, Amós ejerce su labor profética durante el reinado de Jeroboam II, entre los años 829 y 804 a.C., es decir, unos cuatro siglos después, y para entonces el universo espiritual judío había experimentado cierta evolución. Jehová ya había adquirido cierta preminencia sobre los demás dioses cananeos, por lo que se daba una situación de henoteísmo: hay un solo dios que es hegemónico, pero no se niega la existencia o posición de otros dioses. La Biblia está trufada de referencias henoteístas, como en el Salmo 126:

Alabad al dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia.

No obstante, en el tiempo de Amós tampoco ha desaparecido la lucha entre Baal y Jehová, pues en Amós 5:26 podemos leer:

Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc (Baal) y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.

En el Segundo Grado del Rito de York es cuando Amós aparece de manera más notable:

El Primer Diácono toma ahora al candidato por el brazo derecho, seguido por los Expertos, y le conduce dos veces alrededor de la logia, comenzando desde el puesto del Segundo Vigilante en el sur, durante lo cual el Maestro lee el siguiente pasaje de la Escritura:

Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más (la iniquidad) (Amós 7:7-8).

Mientras dan la vuelta a la Logia, cuando el conductor y el candidato pasan por los puestos de los oficiales en el sur, el oeste y el este, ellos (los oficiales) hacen sonar el martillo de la siguiente manera: la primera vez que dan la vuelta, un golpe cada uno; la segunda vez, dos golpes cada uno. Para cuando el Maestro haya terminado de leer el pasaje de la Escritura arriba mencionado, el candidato y el conductor habrán dado dos vueltas a la sala y habrán llegado al puesto del Segundo Vigilante en el sur.

(En el Ritual Escocés Estándar se dan igualmente dos vueltas a la logia, "para demostrar que es un candidato debidamente preparado", pero el Venerable Maestro no lee el texto de Amós).

 

 

¿Por qué aparece Amós 7 en el ritual masónico? La primera idea que acude al leer el texto es que aparece en el Segundo Grado porque cita la Plomada, herramienta del grado de Compañero. Sin embargo, cuando buscamos la palabra "plomada" en la Biblia vemos que aparece en numerosas ocasiones:

Extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab, y limpiaré Jerusalén (2 Reyes 21:13).

Mas el pelícano y el erizo la poseerán, el búho y el cuervo habitarán en ella; Dios extenderá sobre ella el cordel de desolación y la plomada del vacío (Isaías 34:11).

Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me volveré á Jerusalén con compasión; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén (Zacarías 1:16).

Porque, ¿quién ha menospreciado el día de los pequeños comienzos? Se alegraron, y verán la plomada en la mano de Zorobabel (Zacarías 4:10).

Así pues, la pregunta es: ¿por qué la masonería ha prestado atención a Amós 7 y no a otro versículo? Vamos a centrarnos en el texto de Amós 7:7-8:

He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más (la iniquidad).

Este versículo es empleado en el Rito de York, en el Rito Escocés Estándar y en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Los grados simbólicos del R.E.A.A. están creados a comienzos del siglo XIX tomando el Rito Francés e introduciéndole elementos tomados del ritual de los Antiguos Three Distinct Knocks. En Three Distinct Knocks no aparece Amós, pero no obstante pudiera ser que los creadores de los grados simbólicos del R.E.A.A. lo hubiesen tomado de la tradición de los Antiguos (¿de dónde, si no?). Por otra parte, es muy llamativo que Amós no aparezca en el Ritual de Emulación.

Como en otras ocasiones, es difícil establecer con claridad las razones para todos estos hechos. Pero me atrevo a lanzar la hipótesis de que la clave está en las palabras "en medio de mi pueblo Israel". Los calvinistas (presbiterianos en Escocia, puritanos en Inglaterra) consideraban que ellos eran un nuevo pueblo elegido. El el caso de los presbiterianos, habían firmado documentos que establecían pactos (covenants) entre Dios y ellos como pueblo elegido. De ahí los denominados covenanters. Esta concepción del pacto entre los covenanters y Dios era naturalmente excluyente, y dejaba fuera de la salvación a los demás credos, y entre ellos al rey de Inglaterra y Escocia.

Signing of the National Covenant in Greyfriars Kirkyard, Edinburgh (Firma del pacto Nacional en el patio-cementerio de Greyfriars, Edimburgo), por William Allan (1838).

Los covenanters eran partidarios del Pacto Nacional escocés de 1638, el cual fue una protesta nacional en contra de las innovaciones eclesiásticas de la Iglesia escocesa impuestas en Edimburgo y suscritas por varios nobles, ministros, y burgueses. Los que firmaron el Covenant o Pacto, que inicialmente no eran ni antimonárquicos ni antiepiscopalianos aunque después fueron ambas cosas, declararon que defenderían sus creencias religiosas frente a cualquier cambio no decidido por las asambleas libres y por el parlamento escocés. El término se aplicó también a sus herederos espirituales que se oponían a la reintroducción del episcopado en 1662.

  
The Covenanters, óleo por William Harris. Tropas realistas entran en una casa de covenanters mientras estos leen la Biblia.


De este modo, Amós 7:7-8 habría sido introducido en el ritual por dos razones: la primera, por su alusión a la plomada, con todo el simbolismo que conlleva. Y la segunda, porque toda la exigencia de comportamiento recto y observante de la Ley que implica la plomada es ubicada dentro del pueblo elegido (en medio de mi pueblo Israel), lo que en un contexto calvinista equivale a decir "aquellos que han sido elegidos por Dios para ser salvos", mientras que los no elegidos (los no calvinistas), no podrían salvarse. Como por ejemplo, los católicos. Es decir, en el contexto religioso británico del siglo XVIII la idea de "mi pueblo Israel" tiene una connotación excluyente, contraria realmente al ecumenismo de los Modernos. Sucederá algo muy parecido con Moisés en el Arco Real. Moisés, en apariencia una inocente figura común a todos los cristianos, será omnipresente en el Arco Real escocés, de corte calvinista, dado que es el gran representante del pacto de Dios con los hombres (recordemos que, en el Sinaí, Dios entrega a Moisés las tablas de la ley, las cuales serán guardadas en el Arca de la Alianza, exponente máximo de estos pactos o covenants). Por ello Moisés y la Zarza Ardiente se convertirán en símbolos calvinistas, con gran presencia en el Arco Real escocés, pero cuidadosamente ignorados en el Arco Real inglés.

Y volviendo al grado de Compañero, esta identificación de Amós 7:7-8 con el pueblo elegido calvinista sería la razón por la que este versículo es evitado en el Ritual de Emulación, como sin duda lo fue también entre los Modernos.

No podemos saber en qué momento Amós 7:7-8 fue introducido en el ritual masónico. La Plomada aparece en Masonry Dissected (1730, celebérrima divulgación del catecismo de los Modernos) en el grado de Aprendiz Entrado, pero no aparece en Three Distinct Knocks (Antiguos, 1760). En Jachin and Boaz (Modernos, 1762) vuelve a aparecer en el grado de Aprendiz Entrado, y en Récueil précieux de la Maçonnerie adonhiramite (1781) ya se sobreentiende que corresponde al grado de Compañero, situación que se mantiene en el Régulateur du Maçon (1801). El Ritual de Emulación (1816) la fijará definitivamente en el grado de Compañero. Y Amós aparece en 1866 en el Duncan's Masonic Ritual and Monitor (1866), aunque sin duda proviene del entorno de los Antiguos durante el siglo XVIII.


Antigua plomada romana de bronce.



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