Historia del actual grado de Compañero


CÓMO SE GESTÓ EL GRADO DE COMPAÑERO


Tras un período en que la nueva Gran Logia de Londres y Westminster no era muy conocida y su número de miembros se había mantenido estable, su popularidad aumentó. La Gran Logia estaba formada por las cuatro logias fundadoras, así como por un número indeterminado de masones no adscritos a ellas (Masones de San Juan era la perífrasis empleada para ellos), pero no transcurrió mucho tiempo hasta que el número de profanos que solicitaba admisión creció de manera notable. Entonces se planteó por primera vez la posibilidad de crear nuevas logias. Desde el punto de vista actual esto no reviste dificultad alguna, pues es algo perfectamente normalizado que hacemos con cierta frecuencia. Pero en 1721 nunca se había hecho, y esto suponía una expansión en las competencias por parte de la Gran Logia que necesariamente invadía la soberanía de las cuatro logias fundadoras. No obstante, la Gran Logia asumió que sería preciso crear nuevas logias, y se dispuso a adaptar la normativa. Conocemos las fechas de casi todas las que se fundaron posteriormente.

Pero la potestad de crear nuevas logias fue minuciosamente restringida. Sólo podía hacerlo el Gran Maestro, ya fuese en persona o por medio de un representante debidamente autorizado. La constitución de cada nueva logia era notificada a las demás, y su primer Maestro debía contar con el visto bueno del Gran Maestro y ser instalado por él con motivo de la Consagración de la logia. Además, los Estatutos de Anderson de 1723 incluyeron una Regulación XIII que obligaba a que los Aprendices únicamente fuesen pasados a Compañeros / Maestros en la asamblea de la Gran Logia que tenía lugar de manera trimestral. Si tenemos en cuenta que el Venerable Maestro de la logia debía ser elegido de entre los Compañeros, resulta obvio que la Gran Logia tenía un poder casi omnímodo. Esta legislación se mantuvo durante dos años, y realmente no se conserva documentación que acredite que esta ceremonia de Instalación de Maestros se llevase a cabo (aunque sin duda se realizó). Pero es justamente en el período en que esta normativa está vigente cuando empieza a surgir un nuevo grado que se situará entre la admisión a la Orden (Aprendiz) y la parte de Compañero o Maestro. 

Con la Regulación XIII en vigor, las logias londinenses se hallaban faltas de Compañeros, situación que se agravaba en el caso de las logias periféricas, a las que les resultaba imposible, por la distancia y las malas comunicaciones, acudir a la Gran Logia para pasar a sus nuevos Compañeros o Maestros. Sin embargo, se encontraban con el problema acuciante de que los Estatutos exigían que los oficios de Venerable Maestro y los dos Vigilantes estuviesen ocupados por Compañeros. 

Para solventar el requisito de que únicamente los Compañeros podían ocupar la Veneratura o las Vigilancias, lo que hicieron las logias fue crear unos Compañeros virtuales que en realidad eran una escisión del grado de Aprendiz Entrado. El grado de Aprendiz quedaba dividido en Aprendiz y Compañero, mientras el anterior grado de Compañero, que incluía el Levantamiento del Maestro, pasaba a denominarse definitivamente grado de Maestro Masón. 

Puesto que fueron distintas logias las que comenzaron a crear el nuevo grado de Compañero, las preguntas que surgen son: ¿en qué logias sucedió esto? ¿Fue algo coordinado? No tenemos documentación que nos permita saberlo con claridad; sin embargo, sí sabemos cómo lo hizo una de ellas. A este respecto, es muy significativo que la primera mención a un sistema de tres grados no parta de una logia, sino de una asociación denominada Philo-Musicae et Architecturae Societas Apollini. Esta sociedad fue fundada en febrero de 1725, para ser miembro de ella era preciso ser masón, y nos deja entrever el subterfugio que empleaban las logias – al menos en Londres – para crear estos Compañeros virtuales. La creación de Compañeros virtuales en logia habría sido claramente irregular, de modo que los miembros de la Logia Queen’s Head fundaron una asociación paramasónica, la citada Philo-Musicae et Architecturae Societas Apollini. Los Aprendices ingresaban en esta asociación, eran pasados a Compañeros (unos falsos Compañeros, porque aquello no era una logia regular), y posteriormente se aprovechaba ese rango para que ocupasen la Veneratura o las Vigilancias en la logia. La Gran Logia se percató enseguida de que algo extraño estaba sucediendo, de modo que en mayo de ese mismo año convocó a algunos miembros de la asociación para exigirles explicaciones, pero ninguno asistió. A la vista de esto, fue el propio George Payne, Gran Primer Vigilante, quien en septiembre de 1725 se presentó en la logia. No conocemos el contenido de la reunión, pero parece que los hermanos convencieron a Payne, pues sabemos que la norma que obligaba a que el grado de Maestro fuese únicamente conferido en la asamblea trimestral de la Gran Logia de Londres fue revocada el 27 de noviembre de 1725. 

Diploma de la Philo-Musicae et Architecturae Societas Apollini.
La parte superior muestra la petición del nuevo miembro,
y la inferior certifica su recepción en la sociedad.


Con la revocación de la Regulación XIII, que obligaba a que el grado de Maestro fuese únicamente conferido en la asamblea trimestral de la Gran Logia de Londres, las logias ya podían elevar sus propios Maestros Masones. 

Pero ahora este privilegio resultaba vacío, pues los Estatutos establecían que el Venerable Maestro de la logia debía ser elegido «de entre los Compañeros», y eso ya se cumplía con el nuevo grado de Compañero. Naturalmente, esta situación resultaba sumamente confusa para las logias. Algunas logias inglesas, aunque estuviesen bajo jurisdicción de la nueva Gran Logia, seguían confiriendo los viejos grados de Aprendiz Entrado y Compañero o Maestro. Otras conferían los grados de Aprendiz Entrado y Compañero en una misma velada, y posteriormente el de Maestro. Es más, el grado de Compañero podía significar una cosa para unas logias y algo muy distinto para otras. No sería hasta 1754 cuando la Gran Logia de Inglaterra emitiría una circular prohibiendo que un candidato fuese pasado a Compañero y elevado a Maestro en una misma tenida, y no será hasta 1777 cuando la Gran Logia prohíba igualmente iniciar como Aprendiz Entrado y pasar al grado de Compañero en la misma noche. 

Esta situación provocó todo un movimiento tectónico en el contenido y estructura de los grados que ha originado que actualmente nos encontremos con numerosas anomalías en el ritual, entre las que podemos destacar las siguientes: 

La Cámara del Medio, que corresponde al Grado de Compañero, en York y Emulación ha quedado en Segundo Grado, mientras que en Rito Francés y Rito Escocés Antiguo y Aceptado ha pasado al grado de Maestro Masón. En algunos rituales franceses (como el de Escocés de las Tres JJJ de 1743) aparece una «Cámara del Tercero», pero al final será la Cámara del Medio la que se establezca en el grado de Maestro Masón en Francia, mientras que en el contexto anglosajón se mantendrá en el Segundo Grado. 

- En Rito de Emulación las Obligaciones de Primer y Tercer Grado se toman con los presentes realizando el Signo Penal. Sin embargo, la Obligación del grado de Compañero se toma con los presentes haciendo el Signo de Fidelidad. Esto se debe a que el nuevo grado de Compañero no contenía inicialmente Obligación, y a pesar de que finalmente se incluyó, el Signo de Perseverancia propio del Segundo Grado lo crearían años después los Antiguos a partir de la leyenda de Josué. 

- En el Rito Irlandés, la prueba de caridad ha quedado ubicada en el grado de Compañero, no en el de Aprendiz, como sucede en la mayor parte del mundo, y actualmente no se realiza. 

- En Rito Irlandés y Rito Escocés Estándar en los Grados Primero y Tercero se realiza la Guardia Debida, pero esta no se realiza en grado de Compañero. 

- Para acceder al grado de Marca tradicionalmente se exigía ser Compañero, pues es un grado que se trabaja teóricamente en cámara de Compañeros, pero tras la creación del sistema de tres grados el requisito exigido fue la condición de Maestro Masón. 

- Los salarios del Rito de York son incoherentes. Habitualmente los Aprendices Entrados reciben su salario en vino, aceite y grano, mientras que los Compañeros lo reciben en metales. Esto es así tanto en el Rito de Emulación como en la Marca, cuyos rituales se complementan mutuamente debido a la gran importancia simbólica de este hecho. Sin embargo, mientras que en el Rito de York el ritual de la Marca especifica que los Compañeros cobran en metales, el grado de Compañero del mismo rito indica que cobran en vino, aceite y grano. 

- Aunque actualmente se exige la condición de Maestro Masón (y Pasado Vigilante) para acceder a la Veneratura, el Maestro Electo no presta su juramento en cámara de Maestros, sino en grado de Compañero y ante el Gran Geómetra del Universo (señal de que la ceremonia de Instalación se estaba practicando ya antes de que el actual grado de Maestro se practicase de manera generalizada). 

- El Brindis del Retejador emplea una fórmula de Segundo Grado para cerrar la velada, mientras que las tenidas de York se cierran en Tercer Grado y las de los demás ritos en Primer Grado. 



CÓMO SE DOTÓ DE CONTENIDO AL SEGUNDO GRADO


Fruto de la aparición inesperada de este nuevo Segundo Grado sucederá en la masonería algo sorprendente y anómalo por completo. El proceso natural de creación de un grado consiste en tener primero algo que contar o transmitir, y a continuación buscar un relato alegórico que nos sirva para hacerlo, relato en torno al cual se construirá toda la simbología del grado. Sin embargo, con la aparición del actual Segundo Grado, la masonería se había encontrado de repente con un grado que adolecía de falta de contenido, pues la razón de su creación no había sido ofrecer un cauce simbólico a las enseñanzas de la Iniciación, sino solucionar un problema administrativo. Se había creado un vacío en el seno de la estructura simbólica que, de forma natural, los masones tenderían a rellenar. 

Dado que el Segundo Grado se irá configurando durante el siglo XVIII, las diferencias entre los ritos británicos y franceses será notable, pues Francia será ajena a las motivaciones de los masones británicos y a la evolución del grado en las Islas Británicas. Tenemos que ver cómo plantearon este nuevo grado de Compañero: 

1) Cómo se planteó en el Rito Francés o Moderno, ya en suelo francés. 

2) Cómo lo plantearon los Modernos de Londres. 

3) Cómo lo plantearon los Antiguos. 



FRANCIA

En Francia, en el Rito Francés o Moderno, el Segundo Grado permanecerá prácticamente idéntico a como fue concebido originalmente en Inglaterra, es decir, como una segunda parte del Primer Grado. De ahí la gran semejanza entre ambos grados tanto a nivel ritual como en el Tablero de Trazo. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado esto también se percibe, lo cual es debido a que sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro se construyeron sobre el bastidor del Rito Francés, pero añadiendo artificialmente elementos de la divulgación del ritual de los Antiguos Three Distinct Knocks, como el Signo de Saludo o Perseverancia. Únicamente a partir la creación del Rito Escocés Rectificado por parte de Willermoz y otros se dotará al grado de Compañero de un sentido definido y claro en suelo francés. 

Tableros de Trazo de los grados de Aprendiz Entrado y Compañero
del Rito Moderno o Francés. La gran similitud entre ambos, así como
entre sus correspondientes ceremonias, se debe a que el actual grado
de Compañero es una escisión del grado de Aprendiz Entrado.



INGLATERRA - LOS MODERNOS

El Templo del Rey Salomón 



El objeto de estudio por excelencia en la etapa operativa de la Masonería había sido las siete artes liberales, de modo que en los catecismos anteriores a 1730 abundan las preguntas referentes a las mismas. Pueden encontrarse también alusiones al Templo del Rey Salomón, pero más bien como propuesta eclesiológica y no tan recurrentes como lo serían después. Es a partir del manuscrito Wilkinson, redactado en Londres en 1724, cuando puede apreciarse una mayor presencia de contenido relativo al Templo, y es en Masonry Dissected (1730) cuando nos encontramos ya un grado de Compañero definido como tal y dedicado exclusivamente al Templo del Rey Salomón. 

La presencia que el Templo de Salomón adquirirá en Masonería tiene mucho que ver con las circunstancias históricas de Londres en esa época. Tanto a finales del siglo XVII como a comienzos del XVIII Londres era una ciudad en reconstrucción tras el gran incendio de 1666, que se prolongó durante tres días y fue de envergadura apocalíptica. El incendio se inició cerca del Puente de Londres, en la Callejuela del Pudding (Pudding Lane) hacia la medianoche del 2 de septiembre de 1666. Aunque el panadero Thomas Farriner sostuvo que había apagado bien el horno antes de acostarse, hoy se da por sentado que hubieron de ser las brasas de su horno las que comenzaron el fuego. La familia Farriner fue despertada por el humo, huyeron por la ventana a un tejado cercano y dieron la alarma. Al cabo de 18 horas, la propia convección del aire caliente provocó una serie de ráfagas de aire entre los edificios que aportaron oxígeno a la base del incendio, provocando una gigantesca tormenta ígnea. 


El incendio de Londres de 1666. Óleo de autor desconocido.


Área de Londres destruida  durante los cuatro días del incendio.


Una razón por la que el incendio fue tan destructivo es que el alcalde de Londres, Sir Thomas Bloodworth, impidió a los bomberos utilizar el sistema que empleaban habitualmente: crear cortafuegos a base de derrumbar edificios. Bloodworth sabía que la mayor parte de los habitantes de Londres no eran propietarios sino inquilinos, y autorizar derrumbes sistemáticos habría provocado una gran cantidad de desaparecidos no censados. A pesar de la enorme destrucción, y aun teniendo en cuenta que las desapariciones de menesterosos no solían contabilizarse, los historiadores coinciden en que el número de muertes fue reducido. En las colinas al sur del Támesis se hacinaron más 200.000 personas sin hogar. De hecho, el incendio tuvo un efecto colateral positivo: en 1665 Londres había sufrido una plaga que había hecho perecer a más de 80.000 personas. Al incendiarse un área tan grande de una zona plagada de ratas y suciedad, la epidemia concluyó. 

Pero el incendio de Londres era el sueño de cualquier arquitecto: una de las ciudades más grandes de Europa debía ser reconstruida casi en su totalidad, y no había pasado más que una semana cuando Christopher Wren se presentó ante Carlos II para plantearle su proyecto de reconstrucción de Londres, que estaría destinado a hacer de la capital inglesa una Nueva Jerusalén capaz de competir con la Ciudad de la Luz en que París se estaba convirtiendo. El proyecto de Wren estaba calculado conforme a complejas reglas geométricas que reflejarían el concepto de «Como arriba, así es abajo». Pero no sería la única propuesta de reconstrucción basada en conceptos esotéricos: John Evelyn propuso otro proyecto que, basado en las proporciones del número 12, pretendía hacer de las calles de Londres un gigantesco árbol sefirótico. 

Proyecto de sir Christopher Wren para la reconstrucción de Londres.


Proyecto de sir John Evelyn para la reconstrucción
de Londres, inspirado en el árbol sefirótico.


Wren hubo que reconstruir 51 iglesias, pero sobre todo, hubo de reedificar la catedral de San Pablo, que sería el ómfalos de esta Nueva Jerusalén. Ello es especialmente apreciable cuando vemos los planos originales de Wren para San Pablo, que son distintos de la edificación que finalmente se levantó. De hecho, si superponemos el Árbol de la Vida al mapa de Evelyn, nos damos cuenta de que la catedral de San Pablo ocupa el lugar de Tiféret, la Belleza o Equilibrio. 

Sir Christopher Wren sería el encargado de reconstruir Londres, e intentaría hacer de la ciudad una Nueva Jerusalén cuya estructura estaría inspirada en el árbol sefirótico, y cuyo ómfalos sería la nueva catedral de San Pablo. Londres estaba entonces llena de masones operativos, y en este contexto de reconstrucción masiva, las personas cultas presumían tener conocimientos sobre el arte de la arquitectura. 

Pero por si el Templo del Rey Salomón y la Nueva Jerusalén no fuese un tema lo suficientemente de moda, con la llegada al trono de la casa de Hannover llegó a adquirir un cierto carácter político. Todos hemos escuchado las leyendas que narran cómo María Magdalena llegó al sur de Francia con la hija de Jesús, Sara, la cual dio lugar a la dinastía merovingia. Obviamente esta historia disparatada tenía una clara dimensión política. Pero, por increíble que nos pueda parecer, los Hannover, recién llegados al trono de Inglaterra en 1714, también reclamaban su ascendencia davídica, y por ello fomentaron el mito de la Nueva Jerusalén, ciudad en la que reinaría un monarca que entroncaba con la dinastía de David. Esto provocó que se identificase todo lo referente al Templo con la condición de buen súbdito hannoveriano. Obviamente, nadie a esas alturas se iba a creer realmente que la nueva dinastía tuviese sangre davídica, pero el interés por el Templo se convirtió en políticamente correcto, lo que facilitó también que entrase en el Segundo Grado de una masonería participada por buena parte del establishment. 


Buscar los misterios secretos de la Naturaleza y la Ciencia 

La frase «Buscar los misterios secretos de la Naturaleza y la Ciencia», que aparece en el ritual de Segundo Grado concentra una parte importante del contexto cultural que rodeó a la masonería a comienzos del siglo XVIII. Para explicar este contexto el mejor exponente es sir Isaac Newton, quien, pese a no ser masón, es el mejor exponente de esta mentalidad, a caballo entre lo científico y lo esotérico, en que creará se la Gran Logia de Londres y Westminster, así como el actual grado de Compañero. No olvidemos que, en sus comienzos, la Gran Logia de Londres y Westminster estaba muy relacionado con la Royal Society, que fue presidida por Newton durante más de 20 años. Muchos masones pertenecían a ella, así como la práctica totalidad de Grandes Maestros de la Primera Gran Logia. 

Edificio de la Royal Society.


Newton es famoso por su colosal aportación a la ciencia. Pero su labor científica no es en realidad más que un tercio de su obra. Newton escribió mucho más sobre teología, alquimia y el Templo del Rey Salomón. Había algo de panteísmo en la perspectiva de Newton, y por ello se interesó también por el nuevo y floreciente movimiento de filosofía natural en Inglaterra, que intentaba establecer la existencia de algunos de los principales atributos de Dios a través del estudio de Su Creación. Por este panteísmo latente Newton era unitarista y no creía en la Trinidad, cosa que mantenía oculta porque entonces era ilegal (el Acta de Tolerancia promulgada en 1689 daba libertad de culto a baptistas y calvinistas, pero no a católicos romanos ni unitaristas). Al mismo tiempo, quería asegurarse de cuál era «la verdadera religión de Cristo», era un entusiasta lector de la Biblia y un gran experto en el simbolismo esotérico del Templo del Rey Salomón. También había realizado dedicado mucho tiempo a estudiar la alquimia. La mayoría de los practicantes indagaban la alquimia a fin de lograr fines específicos, como la trasmutación del plomo en oro, la creación de la piedra filosofal, o del álcali que se creía que permitían bien fuera la transmutación o la creación de la panacea medicinal. Es decir, estamos en un momento en que la ciencia no se ha separado del todo de su componente esotérico y mágico.




Es también el momento histórico del Empirismo inglés: John Locke y David Hume (1711-1776), quienes creían que todo conocimiento deriva, en última instancia, de la experiencia sensible, lo cual implicaba un cierto desprecio de la metafísica. Por ello, la frase que dice el ritual: «buscar a los misterios ocultos de la Naturaleza y la Ciencia» debe entenderse también dentro de la Ilustración inglesa y el Empirismo, pero teniendo en cuenta también que el concepto de ciencia todavía tenía un componente esotérico. 

Un detalle muy significativo que ilustra esta mentalidad inglesa es que, mientras que en el catolicismo romano las fuentes de doctrina son la Biblia, la tradición y el magisterio de la Iglesia, los pilares de la doctrina anglicana son la Biblia, la tradición y LA RAZÓN. 

En esta época se intenta ofrecer una imagen mecánica del Universo, con Dios como relojero, y se hace énfasis en la medida y cuantificación de las cosas. Quizá se pudiera interpretarse la frase «los misterios ocultos de la Naturaleza y la Ciencia» en una búsqueda de las leyes de la naturaleza, pero ubicadas dentro del plano maestro del GADU. 



INGLATERRA - LOS ANTIGUOS

Si bien los Modernos rellenaron el Segundo Grado con las ideas vigentes en la época, los Antiguos, que sí tenían una idea mucho más espiritual de la Iniciación, lo aprovecharían con un propósito muy definido. Para ello no solo pondrían el nuevo grado de Compañero al servicio del modelo iniciático místico, sino que lo harían de la mano de otro grado estrechamente emparentado con el de Compañero, La Marca, cuyas enseñanzas complementan al primero. 

Tanto en el ritual de los Antiguos, como en el actual Rito de Emulación, el grado de Compañero versa sobre el trabajo interior de expiación y catarsis, y esa lucha interna queda representada en los dos mitos de este grado: el de Josué y el de Jefté. 

A pesar de nuestros mandiles y nuestra regalía, lo normal es que los miembros de la logia no seamos auténticos iniciados, aunque representemos un ritual que sí conmemora la Iniciación. Y uno de los rasgos que mejor reflejan nuestro desconocimiento es que solemos considerarla como un acontecimiento placentero y gozoso. Pero, aunque sin duda su fin último lo es, en su camino el iniciado encuentra un gran pesar, incomprensión, remordimiento, injusticia e incluso desapego de su anterior círculo afectivo. El entorno social y material que rodea a aquel que desea experimentar el paraíso no tiene por qué ser apto para acompañar al iniciado una vez que este ha alcanzado etapas de evolución espiritual más elevadas; o, peor aún, pueden lastrarle e impedirle su progreso, por lo que es normal que paulatinamente se vaya alejando de esas circunstancias. Para representar simbólicamente este estado de pesar y lucha interior, en la masonería antigua se emplearon las leyendas de Josué y Jefté, que representan la lucha entre el bien y el mal, personificadas en los adoradores del Dios verdadero y los de las deidades paganas. 


Josué ordenando al sol que se detenga.


Mientras que los ritos de corte antiguo (York, Irlandés y Escocés Estándar) así como en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (que no es antiguo pero incorporó el Signo de Perseverancia) se levanta la mano izquierda rememorando a Josué cuando detiene el sol, en el Rito Moderno (y por ello el Rito Francés) no se conocía este signo. Por ello, durante la actual Obligación del Rito de Emulación, así como en el Rito Francés, no se adopta el Signo de Perseverancia, sino el Signo de Fe.


Josué se convirtió en el líder de los israelitas tras la muerte de Moisés, siendo un líder militar implacable y de una dureza inusitada. ​Fue él quien hizo caer las murallas de Jericó, tras lo cual todos los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, con excepción de la prostituta Rahab. Posteriormente acontecerá un hecho de gran importancia para el simbolismo masónico: Josué se verá obligado a derrotar a una alianza de cinco reyes amorreos. Durante la batalla, para ayudar a los israelitas, Yahvé hizo que el sol se «detuviera» en el cielo; y, tras la victoria, Josué ejecutó personalmente a los cinco reyes. En realidad, estos cinco reyes representan la pentada de dioses a la que adoraban los judíos politeístas, como los samaritanos. Como hemos dicho, el conflicto entre los israelitas y el resto de tribus tiene como trasfondo la lucha entre monoteístas y paganos politeístas, siendo esta la razón por la que el ritual masónico adopta las batallas de Josué como alegoría de la lucha interna que el Compañero debe experimentar. El momento en que Josué levanta el brazo izquierdo para ordenar al sol que se detenga el tiempo suficiente hasta «destruir a los enemigos del Señor» es el que origina el Signo de Saludo o Perseverancia, que hacemos al ponernos al orden en Segundo Grado. Este signo viene a representar el estadio, de una duración variable en el tiempo, durante el cual el Compañero termina de deshacerse de sus posesiones mundanas antes de poder experimentar la ordalía del Tercer Grado.


Jefté conduciendo sus tropas a la batalla contra los amonitas.


Por su parte, Jefté es el personaje bíblico que guía a los galaaditas en su batalla contra los amonitas. Algunas tribus judías habían vuelto a adorar a Baal y Astaroth, lo que despertó la ira de Yahvé, quien hizo que los galaaditas yahvistas (es decir, monoteístas) comenzaran una guerra contra filisteos y amonitas (paganos politeístas). Una vez derrotados, los efraimitas intentaron arrebatar a los galaaditas el botín de guerra, por lo cual los galaaditas hubieron de presentar nuevamente batalla, derrotándolos. Cuando los efraimitas supervivientes intentaban cruzar el río Jordán con la intención de huir, se encontraron a sus enemigos vigilando los vados. Para identificar y matar a los efraimitas, los galaaditas ponían a cada viajero una prueba: debían pronunciar la palabra «Shibboleth». Los efraimitas no podían pronunciarla bien, y decían «sibboleth», lo que les delataba, provocando que los galaaditas los degollasen. Tal y como explica el Ritual de Emulación, este es el origen de la Palabra de Paso del Segundo Grado. 

Realmente, el hecho de que los masones especulativos de comienzos del siglo XVIII escogiesen para representar la lucha interior entre el bien y el mal, o entre la aspiración a lo divino y el lastre de lo terrenal, estas leyendas que representaban de manera cruenta la lucha entre monoteísmo y politeísmo, era algo que, visto en perspectiva, era lógico y casi inevitable, pues este planteamiento simbólico estaba fuertemente enraizado en el protestantismo, aunque, obviamente, recuperaba una idea hebrea. 

En resumidas cuentas, en el caso del Rito de Emulación, tenemos que el Segundo Grado condensa elementos tanto del Segundo Grado de los Antiguos como del Segundo Grado de los Modernos: 

- De los Modernos toma el simbolismo del Templo del Rey Salomón y el concepto de «los misterios secretos de la naturaleza y la ciencia». 

- De los Antiguos toma los mitos de Josué deteniendo al sol (de donde proviene el Signo de Saludo o Perseverancia) y el mito de Jefté, de donde proviene la palabra «Shibboleth» (Nota: cuando la logia está abierta en Segundo Grado, la Biblia está abierta en Jueces 12, la narración de Jefté). 


Hay dos entradas de este blog que recomendamos para acabar de comprender en toda su amplitud el contexto y la naturaleza del actual grado de Compañero: