La función original de la Cámara de Reflexión

 



En esta entrada vamos a hablar de la Cámara de Reflexión. No vamos a explicar el simbolismo de los distintos elementos que se encuentran en ella, pues el lector encontrará incontables páginas webs en las que puede ilustrarse al respecto. Lo que vamos a tratar en esta entrada es cuál fue el propósito original de la Cámara de Reflexión, que no era facilitar que el candidato reflexionase, sino establecer una cámara intermedia que impidiese el contacto directo entre el mundo profano y el entorno sagrado de la logia. Desde el punto de vista de lo sagrado, la introducción de un elemento proveniente de la realidad terrenal es siempre peligroso y contaminante. Por ello es preciso establecer una cámara intermedia que separe ambos niveles y descontamine al candidato.

Veamos cómo surge esta cámara.

En Réception d’un Frey-Maçon (1737), que es probablemente la traducción de un texto alemán, aparece la primera alusión a esta cámara en la que es introducido el candidato antes de entrar en la logia:
El recipiendario es conducido por el Proponente, que se convierte en su Padrino, a una de las habitaciones de la Logia, donde no hay luz.

Por su parte, en L’Ordre des Francmaçons trahi, et leur secret révelé (1745), encontramos lo siguiente:

La recepción de La Logia debe estar compuesta por varias habitaciones, en una de las cuales no debe haber luz. Y a esta es a dónde el padrino lleva al recipiendario.


En el entorno francés la Cámara de Reflexión aparece en torno a 1750, en el Ritual alquímico secreto del grado de verdadero académico masón (Rituel alchimique secret du grade de vrai franc-maçon académicien), creado por Antoine-Joseph Pernety , fundador de la Logia Illuminés en Avignon. Aquí ya aparece con toda la parafernalia simbólica que conserva actualmente. En el Régulateur de 1801 aparecen ya los restantes tres viajes, lo que implica que durante la segunda mitad del siglo XVIII la estancia en esta habitación se convirtió ya en la actual Prueba de la Tierra.



Ahora bien, esta cámara preliminar aparece en las divulgaciones Three Distinct Knocks (c.1760, ritual de los Antiguos) e Hiram - or, the Grand Master-Key to the Door of Both Antient & Modern Free Masonry, publicada en Londres en 1764. Y, dentro del entorno anglosajón, aparece exclusivamente en Londres. La alusión a la "habitación cerca de la logia" no figura en los rituales del Rito de York o Rito Irlandés. Esto nos hace suponer que, a pesar de apareciese por primera vez en Three Distinct Knocks, la "habitación cerca de la logia" seguramente entró en Inglaterra por el entorno de los Modernos, en contacto con el universo masónico parisino. Si surgió en Londres y luego fue exportado a París, o si apareció en suelo francés y fue posteriormente adoptado por los Modernos, es algo que no podemos saber. En cualquier caso, para los ingleses la "habitación cerca de la logia" no está asociada con la reflexión por parte del candidato. Sencillamente se dice que "fue preparado" en ella. Puesto que la frase anterior es "(fui preparado) en mi corazón" debemos suponer que esa preparación fue de tipo espiritual. Esta frase es mantenida, aunque con alguna modificación, en el Ritual de Emulación.



El hecho de que las primeras descripciones de esta peculiar cámara de preparación sea tan exiguas y se limiten a decir que debe estar a oscuras nos hace suponer que originalmente tenía otro sentido. Además, hay también cámaras previas en otros grados, como en el grado 18º Príncipe Rosacruz.


La presencia de la Cámara Negra y la Cámara Roja previas a la ceremonia del grado 18º Príncipe Rosacruz denotan que la idea que se tenía del grado en el momento de su creación era muy elevada, tanto que este grado no podía ponerse en contacto con los inferiores.

Creo que lo que hoy en día conocemos como Cámara de Reflexión surge con otra finalidad. No surge para que el candidato piense y filosofe, sino para proteger a la logia e impedir que el candidato la contamine trayendo las inmundicias del mundo profano. En el entorno francés, con su barroquismo habitual, esta habitación se convirtió en la Cámara de Reflexión. Pero en el entorno londinense, esta "habitación conveniente" no fue desarrollada más allá de dejar clara constancia de que el candidato no provenía directamente del entorno profano, es decir, que la presencia de ese profano no implicaba contacto entre el entorno sacro de la logia y la realidad mundana. Por ello, es improbable que la Cámara de Reflexión, en su origen, fuese lo que es hoy en día, y más que ser una Cámara de Reflexión sería funcionalmente una Cámara de Descontaminación, impidiendo el contacto entre el plano profano y el plano masónico. El hecho de tomar medidas para evitar una infección se denomina profilaxis. Y en este sentido, la Cámara de Reflexión tenía originalmente una función profiláctica, pues impedía (e impide) que el candidato introduzca en el templo las impurezas que arrastra del mundo profano. Es decir, la Cámara de Reflexión no habría aparecido en beneficio del candidato, sino para  evitar el contacto del entorno sacro de la logia con la realidad profana, y proteger así a la logia.

Desde luego, este uso de recluir en una cámara previa a los candidatos a la iniciación no es algo que haya inventado la masonería, pues se trata de un uso ancestral que se da de manera cotidiana en los rituales tribales, tanto en los ritos de pubertad como en los ritos de instalación de jefes. Tanto en un caso como en otro, con el fin de evitar el contacto entre ambas realidades iniciáticas (niños y adultos en el primer caso, plebeyos y jefes en el segundo) se suele hacer que el iniciando se recluya en esta cámara previa que evita que pase directamente al universo de los iniciados, evitando así el peligro de que lo sacro y lo profano entren en contacto.



Arriba, durante los ritos de pubertad, un adolescente de la tribu Xhosa (República Sudafricana) posa ritualmente vestido y pintado antes de penetrar en la cabaña donde deberá permanecer sin salir durante siete días. Abajo, una niña de la tribu Nambiquara (Brasil), tras haber pasado su primera menstruación, es recluida en una choza construida para tal fin con hojas de palmera (wa’yontã’ã sihdu, «casa de la niña menstruada»), donde deberá permanecer entre uno y tres meses. Su salida será celebrada con una gran fiesta, tras lo cual se le considerará una mujer en condiciones de casarse (Foto cortesía de D. Vitor Nogueira, tomada entre 1993 y 1998).


Una cabaña de sudación de los indios navajos. La cabaña de sudación es el modelo de cámara intermedia más habitual entre los nativos norteamericanos, y lleva la purificación a un nivel tanto físico como espiritual, pues el agotamiento mental favorece el posterior trance. La cabaña de sudación funciona como una sauna, introduciendo piedras calientes y, en algunos casos, derramando agua sobre ellas. El caso más habitual es que esta cabaña sea creada con una armadura de madera cubierta de pieles (en el caso de los sioux denominadas ini tipi), pero algunas tribus como los navajos las construyen con adobe. Aunque los protocolos varían según las tribus, en general no se puede llevar a cabo ningún rito de sanación, expiación, búsqueda de la visión o danza del sol (es decir, no se puede entrar en lo sagrado) sin haber pasado previamente por la purificación en esta cabaña.



A la izquierda, la antropóloga inglesa Mary Douglas (Universidad de Oxford), cuyo libro Pureza y peligro es el texto de referencia para entender el concepto de contaminación en el contexto sagrado. A la derecha, el antropólogo escocés Victor Turner (Universidad de Harvard), quien, en La selva de los símbolos, ofrece numerosos ejemplos de cabañas en las que son introducidos los candidatos antes de acometer los rituales de iniciación en el entorno ndembu.