El origen de la postura y el altar en la Obligación masónica

 



Este enlace fue añadido con posterioridad a la publicación de esta entrada del blog: en el segundo número de la revista del C.E.M.I. (Centro de Estudios Masónicos Internacionales) publiqué un artículo sobre este mismo tema que contiene algo más de información de la que aparece en esta entrada. Clique sobre la imagen para acceder a la revista.



En esta entrada vamos a tratar el origen de la postura que se adopta durante la Obligación masónica, y veremos también por qué hay ritos en los que la Obligación se toma arrodillado delante del Venerable Maestro (Emulación, Rito Francés) mientras que en otros el candidato toma su Obligación arrodillado ante un altar en medio de la logia, pero no ante el Venerable Maestro.

Esencialmente el árbol genealógico de la postura es:

1) En la Edad Media, en la ceremonia del homenaje el vasallo se arrodillaba ante el señor y se obligaba con él.

2) Las órdenes monásticas adoptaron para la ceremonia de Profesión monástica: el postulante se arrodillaba ante el abad, quien tenía la Regla monástica en sus rodillas. El postulante ponía ambas manos sobre la Regla y realizaba la Profesión.

3) Las primeras logias masónicas surgieron en monasterios, dado que había órdenes como el Císter o los turonenses que admitían a los masones (y a miembros de otros oficios) como monjes conversos. Los masones imitaron la ceremonia de profesión monástica, con el nuevo Compañero arrodillado ante el Maestro.

4) Debido a las necesidades del Rito de la Palabra de Masón, fue preciso poner un altar para que el recipiendario tomase su obligación allí y no ante el Venerable Maestro.


Ceremonia de homenaje medieval.

1) LA CEREMONIA DEL HOMENAJE. El origen lejano de la postura en la Obligación masónica es la ceremonia del homenaje. En esta ceremonia, un hombre libre se convertía en vasallo de un señor feudal. Aunque se le conoce popularmente como Homenaje, el nombre propiamente dicho es Encomienda, y constaba de dos partes: homenaje y juramento.

En el homenaje el nuevo vasallo se arrodillaba ante el señor, desarmado y con la cabeza descubierta, y juntaba sus manos en señal de humildad. El señor tomaba las manos del vasallo entre las suyas (inmixtio manum), le preguntaba si deseaba ser «su hombre», y tras aceptar este, le levantaba y se daban un beso en la boca.

A continuación, el nuevo vasallo juraba sobre una Biblia o sobre unas reliquias servir a su señor durante el resto de su vida, con lealtad y sin equívocos.

NOTA: Esta postura con las manos juntas en señal de humildad es de donde procede la postura orante que empleamos actualmente. Es decir, la postura de orans procede del homenaje. Hasta el siglo XI se rezaba extendiendo los brazos y con las palmas de las manos hacia arriba.


2) LA PROFESIÓN MONÁSTICA. Esta postura del homenaje fue adoptada por las órdenes monástica. La ceremonia de Profesión en la Orden del Císter viene descrita en los Instituta de 1151: El postulante se arrodillaba ante el abad, quien tenía la Regla monástica en sus rodillas. El postulante ponía sus propias manos sobre la Regla, y el abad las suyas sobre las del recipiendario. Entonces el que profesaba decía «Prometo obediencia en buena forma y hasta la muerte». Tras lo cual el abad le levantaba. Entonces el profeso firmaba su compromiso en un papel y lo depositaba sobre el altar, el cual besaba.

A la izquierda, una carmelita realiza su profesión solemne. A la derecha, la abadesa le toma las
manos (inmixtio manum) a una carmelita durante su jubileo de plata (25 años de profesión).



3) LOS MASONES IMITARON A LOS MONJES. Había órdenes que contrataban laicos para que trabajasen para ellas. Sin embargo, otras órdenes, como el Císter, no quería laicos, sino que se basó en la figura del converso.  El converso era un tipo de monje muy extendido gracias al cual las órdenes reclutaban a laicos que sabían ejercer profesiones y los incorporaban a la comunidad monástica. Los masones necesitaban una ceremonia para crear sus Compañeros (que entonces equivalía a lo que hoy denominamos "Maestro"), y para ello imitaron lo que les era familiar: la ceremonia de profesión monástica.

El documento que nos explica cómo era la ceremonia de creación de Compañeros nos viene descrita en el Manuscrito Gran Logia nº 1 (1583). Sin embargo, el que nos explica la postura durante la Obligación es el Manuscrito York nº 1 (1600), lo que hace en los siguientes términos:
Tunc unus ex senioribus teneat librum, ut ille vel illi ponant manus super librum et tunc praecepta debent legi. 
Entonces uno de los mayores sostiene el libro (los Antiguos Deberes), para que él o ellos pongan sus manos sobre el libro, y entonces se leerán los preceptos.
Es decir, aunque no afirma que se arrodillase, sin duda el nuevo Compañero se arrodillaba ante uno de los mayores de la logia, e inequívocamente ponía sus manos sobre los Antiguos Deberes, los cuales eran leídos, y finalmente juraba acatar su contenido. A esta ceremonia la denominamos hoy en día Rito de los Antiguos Deberes. Ellos lo denominaban "Old Charges".




4) APARECE EL ALTAR EN LA LOGIA.

El altar aparece en la logia de una manera muy curiosa. Durante la primera mitad del siglo XVII se extiende el calvinismo en Gran Bretaña. El calvinismo era una forma muy radical de protestantismo.

Debido al calvinismo, el Rito de los Antiguos Deberes que los masones habían practicado durante tres siglos se revelaría inapropiado, pues había en él elementos incompatibles con la fe calvinista. Por una parte, este rito les obligaba a jurar sobre el manuscrito de Antiguos Deberes, cuando ellos únicamente podían jurar sobre la Biblia. Además, los calvinistas eran iconoclastas, por lo que se negaban a trazar con pasta caliza en el suelo, tal y como era la costumbre masónica de la época, los símbolos que hoy exponemos en el Tablero de Trazo. Rechazaban igualmente los templos suntuosos y las catedrales, así como a la Iglesia Católica (ya fuese romana o anglicana) y al poder real, mientras que en los manuscritos de Antiguos Deberes estos elementos sí eran celebrados. Para saber más del Rito de la Palabra de Masón podéis mirar aquí:



Una de las características del Rito de la Palabra de Masón es que el nuevo Compañero no podía jurar sobre el manuscrito de Antiguos Deberes, sino que debía jurar sobre la Biblia.

Pero claro, el Maestro debía leer los Antiguos Deberes para que el recipiendario supiese a qué se comprometía, por lo que apareció en escena un segundo Senior:


Esta es la descripción de la postura de los masones operativos que aparece en el prólogo de Masonry Dissected (1730). Es muy llamativa porque, si bien el texto en latín es el del manuscrito York nº 1, la presunta traducción al inglés dice otra cosa totalmente distinta:
Uno de los Seniores sostiene el libro (la Biblia), para que él o ellos pongan sus manos sobre el libro (la Biblia), mientras que el Maestro debe leer los Deberes.
Es decir, necesitamos a dos Seniores para la ceremonia: el Maestro, que lee los Antiguos Deberes, y un segundo Senior que sostiene la Biblia y toma el juramento al nuevo Compañero. El juramento sobre la Biblia un rasgo nítidamente calvinista.

Esta es la razón por la que en Rito de York, Rito Irlandés y en el Rito Antiguo (Three Distinct Knocks, 1762) - es decir, en los ritos Antiguos - el candidato no toma su obligación ante el Maestro, sino que este le dirige al Primer Vigilante para que este le diga cómo ponerse para tomar la Obligación. Este hecho sucede en los tres rituales citados.

En el Rito de York (Duncan’s Masonic Ritual and Monitor,1866) podemos leer:
Venerable Maestro: Hermano Primer Vigilante, poned al candidato en la forma debida, que es arrodillándose, etc.

El Primer Vigilante abandona su sitial, se aproxima al candidato, le lleva al altar y le pone en la posición ordenada por el Venerable Maestro.
Fijémonos que el Primer Vigilante abandona su sitial para algo que perfectamente podría hacer el Segundo Diácono, que según el ritual está al lado del candidato. En el Rito Irlandés (Irish Craft Ritual, 2015) hacen una cosa igual de curiosa: aparece en escena también el Primer Diácono, y se forman en línea los dos Diáconos y el recipiendario. Entonces, con toda solemnidad se dirigen oralmente al Primer Vigilante pidiéndole que le enseñe al recipiendario qué postura debe adoptar:
Segundo Diácono: Hermano Primer Vigilante, por mandato del Venerable Maestro os presento a este candidato a la Francmasonería, y suplico vuestra fraternal asistencia para colocar al candidato en la posición adecuada para tomar su Obligación.
En Three Distinct Knocks el Maestro también ordena al candidato que vaya al Primer Vigilante para que este le explique cómo arrodillarse.

De esto se deducen dos cosas:

1) El Primer Vigilante realiza la función del segundo Senior que cita Masonry Dissected, y que sostenía la Biblia.

2) El altar es como una extensión de las rodillas del Primer Vigilante. Por alguna razón no quisieron que el candidato se arrodillase delante del Primer Vigilante, dándole además la espalda al Venerable Maestro, y por ello apareció el altar en la logia.


Postura de la Obligación del grado de Maestro Masón en
Duncan’s Masonic Ritual and Monitor



Ali Bongo Ondimba jurando como Gran Maestro de Gabón en la postura antigua:
arrodillado sobre ambas rodillas y con ambas manos sobre el Volumen de la Ley Sagrada.


Y también surgen dos preguntas:

1) ¿Por qué en el Rito Moderno, creado en Londres, y actualmente en el Rito de Emulación, y en el Rito Francés (que es el Rito Moderno traducido al francés) el candidato toma su obligación delante del Venerable Maestro y no en el altar?

Posiblemente porque en Londres estaban muy familiarizados con el Rito de los Antiguos Deberes, pero no con el Rito de la Palabra de Masón, que acababan de introducir. La divulgación A Mason’s Examination, publicada en Londres en 1723, critica el ritual masónico por hacer «gestos absurdos y sin sentido», señal de que no entendían el simbolismo de la Palabra de Masón. Posiblemente dispusieron que el recipiendario tomase la Obligación delante del Maestro porque, aunque estaban introduciendo la Palabra de Masón, estaban más familiarizados con el Rito de los Antiguos Deberes.

2) ¿Por qué en el Rito de Emulación, si el recipiendario toma su Obligación ante el Venerable Maestro, es el Primer Vigilante quien le reviste con el Mandil?

Esto es una paradoja, pero sin duda tiene visos de deberse al hecho de que en el Rito de la Palabra de Masón fuese el segundo Senior quien tomase la obligación al nuevo Compañero.

He dicho.

Dios y la religión en Antiguos y Modernos



Vamos a abordar en esta entrada del blog el concepto de Dios y la religión tal y como lo entendían los Antiguos y los Modernos. La idea de Dios y la religión en estas dos obediencias definirá su razón de ser masónica, y por ello entender cómo planteaban estos dos conceptos fundamentales es la mejor  forma de aproximarnos al alma de estas dos Grandes Logias emblemáticas.

Antes de entrar en los textos que comentaremos, creo conveniente mencionar que, durante los 1720s, la masonería de los Modernos estaba ya sumida en lo que Patrick Négrier ha llamado "ontologización", lo que quiere decir que se estaba pasando del concepto de Dios judeocristiano a la figura, más ecuménica, del Gran Arquitecto del Universo. Dentro de este proceso de ontologización sucedieron, entre otros hechos:
- Se habían eliminado la referencias al Nuevo Testamento, sustituyéndolas por referencias al Antiguo Testamento, de contenido más sencillo y universal.
- Se había introducido la tríada "Sabiduría, Fuerza y Belleza", con el fin de sustituir a la Santísima Trinidad y ofrecer una triada a medio camino entre las religiones trinitarias y el deísmo.
- Se había introducido la letra G, la cual podía entenderse como God (Dios) o Geometría.
- Se había introducido la referencia al Valle de Josafat y a la Tierra Sagrada para justificar la tolerancia religiosa.
- Se habían eliminado las referencias noaquitas, pues en el protestantismo se percibía a Noé como un precursor de Cristo.
- Se había introducido la leyenda de Hiram Abiff, que si bien en lo formal era muy compleja, en lo sustancial era básica y adaptable a cualquier contexto religioso.

Es decir, los Modernos estaban convirtiendo la masonería en algo mucho más ecuménico y abierto, en un entorno en el que hombres de distintos credos podrían trabajar juntos espiritualmente con un ritual que podía ser empleado por todos (lo que realmente ha sido la principal aportación de los Modernos a la masonería).



Para ver cómo se plantea y evoluciona el concepto de Dios y la religión tanto en Masonería Moderna como Antigua, nos vamos a centrar en los siguientes textos:

1) Los epígrafes "Acerca de Dios y la religión" que aparecen en las Constituciones tanto de los Modernos (Constituciones de Anderson de 1723 y 1738) como de los Antiguos (Ahiman Rezon,1756).

2) Los siguientes relatos bíblicos:
  • El Valle de Josafat, que aparece en el semanario Post Boy (1723), Manuscrito Wilkinson (1727), Masonry Dissected (1730). Su existencia en los textos masónicos se prolonga, al menos, hasta 1781 en Recueil précieux de la Maçonnerie adonhiramite
  • La Tierra Sagrada que aparece en el manuscrito Wilkinson (1727) y en Masonry Dissected (1730).
  • La leyenda de Jefté, que en masonería encontramos en Le Maçon Démasqué (1751), Three Distinct Knocks (1760) y permanece en el Ritual de Emulación.
  • La leyenda de Josué, que en lmasonería encontramos en en Three Distinct Knocks (1760) y en el Ritual de Emulación.


LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON



En las Constituciones de Anderson, en el epígrafe "Acerca de Dios y la religión" podemos leer:

Texto de 1723

El Masón está obligado, por vocación, a practicar la moral y si comprende sus deberes, nunca se convertirá en un estúpido ateo, ni en un hombre inmoral. Aún cuando en los tiempos antiguos los masones estaban obligados a practicar la religión que se observaba en los países donde habitaban, hoy se ha creído más oportuno, no imponerle otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales. Esta religión consiste en ser hombres buenos y leales, es decir, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sea la diferencia de sus nombres o de sus convicciones. De este modo la Masonería se convertirá en un centro de unidad y es el medio de establecer relaciones amistosas entre gentes que, fuera de ella, hubieran permanecido separados entre sí.

Como hemos comentado en la entrada titulada Antiguos y Modernos. La Unión Masónica de 1813, el lector poco avezado pensará que el anterior texto defiende la creencia religiosa, pero en realidad lo que está haciendo es desmantelar la Iniciación. Los Modernos no estaban interesados realmente en la Iniciación como fenómeno místico (de ahí su rechazo al Arco Real), y en lo referente a la religión participaban del espíritu latitudinario londinense (latitudinario podría definirse como "de manga ancha", una concepción de la religión en la que esta quedaba en cierto segundo plano y era abordada con frialdad). Este espíritu latitudinario había quedado plasmado en la obra de John Toland Cristianismo sin misterios, publicada en 1696, la cual replantea la religión y realza el deísmo (según el cual Dios era como una especie de relojero que creaba el mundo y sus leyes, pero luego se desentendía de lo que sucedía, negando de este modo cualquier tipo de Providencia)

Respecto a la afirmación "nunca se convertirá en un estúpido ateo", el mejor análisis que se ha escrito  al respecto es el redactado por Patrick Négrier como (inmisericorde) respuesta a Roger Dachez, traducido al español por Olga Vallejo Rueda en su blog The Magisterium. El texto traducido puede leerse aquí:




En 1738 la Gran Logia de Londres y Westminster se transformó e la Gran Logia Unida de Inglaterra, momento en que se reelaboró el epígrafe "Acerca de Dios y la religión". Quizá, en cierto modo, este momento se concibió como una pequeña refundación, pues el anterior texto fue modificado, quedando del siguiente modo:

Texto de 1738. 

Un masón está obligado por su título obedecer a la ley moral en tanto que verdadero noaquita y si comprende bien la profesión, él no será nunca un estúpido ateo, ni un libertino irreligioso ni actuará en contra de su conciencia. En los tiempos antiguos, los masones cristianos eran llamados a actuar de acuerdo con las costumbres cristianas de cada país donde ellos viajaban. Pero la masonería existente en todas las naciones, aun de religiones diversas, lleva a que los masones adhieran a la religión según la cual todos los hombres están de acuerdo (dejando a cada hermano sus propias opiniones), es decir, ser hombres de bien y leales, hombres de honor y de probidad, cualquiera sean los nombres, religiones o confesiones que ayuden a distinguirlos: pues todos se articulan sobre los tres artículos de Noé suficientes para preservar el fundamento de la Logia. De este modo la Masonería es el centro de la unión y el feliz medio de unir a las personas, quienes, de otro modo, habrían permanecido perpetuamente desconocidas entre sí.

Vale la pena que nos fijemos en las modificaciones que se introdujeron en la versión de 1738, porque son muy ilustrativas:



Expresado de manera coloquial, la impresión que da es que, en 1723, Anderson, Desaguliers y compañía habían ido demasiado lejos para ese momento y lugar, y que desde entonces empezó a operar una fuerza antagonista que intentó llevar la masonería a una configuración más religiosa. A falta de más información no podemos saber si esa fuerza antagonista fue la de los masones Antiguos o si fue algo que comenzó a operar dentro de los propios Modernos. Personalmente, y aunque no tengo nada con lo que sustentar mi suposición, creo más probable que esta fuerza antagonista surgiese dentro del propio ámbito de los Modernos. Me cuesta creer que, en 1738, a los Modernos les importase la opinión de los masones antiguos, a los que miraban con desdén debido a la diferencia de clase social y religión (los antiguos eran en su mayoría inmigrantes irlandeses, de escasa formación intelectual y religión católica, lo que les convertía en perfectos ciudadanos de tercera clase.)

Al sustituir "un hombre inmoral" por "un libertino irreligioso" están provocando que moralidad y religión vayan de la mano, idea cuya primera derivada es que aquel que no profesa una religión difícilmente puede ser salvo. No obstante, el masonólogo Patrick Négrier sostiene que en la Inglaterra del siglo XVIII "libertino" era sinónimo de "deísta". De ser así, esta sería una primera condena al deísmo, únicamente 15 años después de la redacción de las primeras Constituciones.

En la tercera frase, la sustitución de "masones" por "masones cristianos" es muy llamativa porque introduce un elemento absolutamente restrictivo, totalmente opuesto a la tendencia ecuménica y de ontologización que los Modernos habían mantenido durante 30 años. 

La frase "ni actuará en contra de su conciencia" es también significativa porque refleja una tendencia que ya había despuntado en Wilkinson. En 1727 Wilkinson exponía: «¿Cómo os habéis convertido en masón? -  Por mi propio deseo y la recomendación de un amigo». En 1730 el ritual de la Gran Logia de Londres completaba esta referencia a la propia voluntad por una referencia implícita al Espíritu: «¿Qué venís a hacer aquí? – Yo no vengo a hacer mi propia voluntad sino a someter mi pasión». La frase "ni actuará en contra de su conciencia" se inscribe dentro de este aumento del protagonismo de la conciencia.

La definición del masón como "noaquita" es también muy llamativa porque recupera un elemento que anteriormente se deseaba eliminar, y además esta palabra sigue siendo un término vivo en inglés actual. En inglés actual un noaquita es lo que en español coloquial describiríamos como "un talibán". Pero bien pudiera ser que se refiriesen exclusivamente a una persona que sigue las leyes de Noé, dado que se citan las "tres leyes de Noé". No debemos tampoco olvidar que, en el contexto protestante, se veía a Noé como un precursor de Cristo, por lo que ambas figuras iban, hasta cierto punto, unidas.



Lo que resulta chocante es que el texto de 1738 hable de "las tres leyes de Noé", porque las leyes de Noé no son tres sino siete: No matar / No robar / No idolatrar falsos dioses / No ser sexualmente inmoral / No comer un miembro arrancado de un animal vivo / No maldecir a Dios / Establecer tribunales y llevar a los infractores ante la justicia. El investigador John Selden considera que estas "tres leyes noaquitas" son las tres leyes fundamentales en las que San Ambrosio concentra las siete leyes noaquitas: honrar al Creador, vivir de forma ordenada, y dar a conocer a Dios por medio de la enseñanza y el ejemplo. Podéis encontrar más información al respecto (en inglés) aquí.


AHIMAN REZON



Veamos ahora cómo configuraron el apartado "Acerca de Dios y la religión" los Antiguos, en su texto fundacional Ahiman Rezon (o como dice en su interior, las Constituciones Irlandesas y Yorquinas):
El masón obrará siempre como un verdadero noaquita. (…) El Masón está obligado por su juramento a profesar adoración al Dios eterno y a creer firmemente en los sagrados Registros que los Dignatarios y Padres de la Iglesia han recopilado y publicado para uso de todos los buenos hombres. Por lo que nadie que comprenda correctamente el Arte podrá extraviarse por los senderos irreligiosos del infeliz libertino, ni se dejará inducir a seguir a los arrogantes profesores del ateísmo o el deísmo, ni se manchará con los graves errores de la superstición ciega; sino que tendrá la libertad de abrazar la fe que él considere conveniente, siempre que en todo momento rinda la debida reverencia a su Creador, y en los asuntos mundanos trate con honor y honestidad, respetando el precepto de oro de obrar según la Regla, lo que implica hacer al prójimo lo que desearía que le hiciesen a él mismo, y en la Logia no entrar en disputas vanas e innecesarias respecto a las diferentes opiniones y credos de los hombres, admitiendo en la Fraternidad a todos aquellos que sean buenos y leales.
Los Antiguos mantuvieron con gusto la definición de masón como "verdadero noaquita", pues la Iniciación como fenómeno místico exige la fe como una necesidad existencial y no como un mero ejercicio intelectual. En lo referente al ateísmo no lo matizan con sutilezas, del mismo modo que condenan nítidamente el deísmo, al que no consideraban una alternativa válida para el masón, por la necesidad de una fe ardiente para afrontar la Iniciación como fenómeno místico. Más aún, al hablar de "los arrogantes profesores del ateísmo o el deísmo" tiñe a ateísmo y el deísmo de soberbia. Sin embargo, tras un texto enormemente restrictivo, abre la mano para afirmar que el masón "tendrá la libertad de abrazar la fe que él considere conveniente".

La referencia a "los sagrados Registros que los Dignatarios y Padres de la Iglesia" tiene una fuerte impronta católico romana, pues es algo que difícilmente hubiese escrito un protestante o un anglicano. La principal diferencia entre las fuentes de doctrina romanas y anglicanas es que en el caso anglicano son la Biblia, la Tradición y la Razón, mientras que para la Iglesia Romana lo son la Biblia, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.






LA TIERRA SAGRADA Y EL VALLE DE JOSAFAT

En el discurso religioso protestante, las distintas posturas filosóficas, religiosas e incluso políticas debían argumentarse bíblicamente. Por ello, para defender un contexto tolerante donde pudiesen coexistir distintos credos era también necesario encontrar los correspondientes pasajes bíblicos, y encontraron dos elementos que servían a su propósito: 
  • El Valle de Josafat, que en la Biblia aparece en 1 Reyes 15, 24; 22, 1-51 y Joel 3, 12, y en masonería lo encontramos en el semanario Post Boy (1723), Manuscrito Wilkinson (1727), Masonry Dissected (1730). Su existencia en los textos masónicos se prolonga, al menos, hasta 1781 en Recueil précieux de la Maçonnerie adonhiramite.
  • La Tierra Sagrada que en la Biblia aparece en Éxodo 3, 5-14, y en masonería encontramos en el manuscrito Wilkinson (1727) y en Masonry Dissected (1730).
En Wilkinson (1727) se aúnan ambos elementos, haciéndolos ir de la mano. El texto reza:
P. - ¿Cómo se sitúa vuestra logia?
R. - Debidamente de Oriente a Occidente, como todos los lugares sagrados están o deberían estar.
P. - ¿Dónde está erigida?
R. - Sobre Tierra Sagrada, en el Valle de Josafat o en alguna otra parte.
En 1 Reyes 22, 41 y 43 podemos leer:
Josafat hijo de Asa comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel. Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en ellos.

Y en 2 Crónicas 20, 31:

Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
Es decir, a pesar de que se mantuvo fiel al culto oficial (a Jehová), permitió que los paganos siguiesen realizando ofrendas a los demás dioses. De este modo podían justificar que, junto a un credo oficial (el anglicano) coexistiesen otros cultos (cuáqueros, calvinistas, etc. Pero ojo, no católicos ni unitaristas, creencias que estaban perseguidas, los primeros por malos súbditos y los segundos por herejes). 

La Tierra Sagrada, tal y como aparece en Éxodo, refuerza el carácter ecuménico del Valle de Josafat, por su defensa de la libertad religiosa. En Éxodo 3, 7 - 9 podemos leer:
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
En resumidas cuentas, estas alusiones al Valle de Josafat y a la Tierra Sagrada que aparecen tanto en Wilkinson como en Masonry Dissected eran el argumento bíblico que los Modernos emplearon para defender la tolerancia religiosa. El hecho de que aparezca en Recueil précieux de la Maçonnerie adonhiramite (1781) creo que se debe a que los masones franceses lo mantuvieron aun sin saber qué significaba, sencillamente porque aparecía en el ritual de Rito Moderno.


Jefté se enfrenta a los amonitas


LAS LEYENDAS DE JEFTÉ Y JOSUÉ

He de reconocer que la presencia de las leyendas de Jefté y Josué en el grado de Compañero me produce cierta duda. Si tenemos en cuenta que el simbolismo del Segundo Grado va de la mano del simbolismo de La Marca, y que en ambos grados el salario tiene una connotación negativa muy fuerte, pues implica sufrimiento (salario en metales, que se recibe "sin escrúpulo ni retraimiento"), bien podría deducirse que la presencia de estas dos leyendas hacen referencia a la lucha y sufrimiento interior que implica la evolución espiritual. Sin embargo, si las ponemos frente al Valle de Josafat y a la Tierra Sagrada, nos encontramos con una apología enormemente agresiva del culto al Dios verdadero por oposición al de cualquier otro dios, como si sus autores quisieran demostrar que es preciso ser un fervoroso creyente para poder ser masón.

La leyenda de Jefté aparece por primera vez en Le maçon demasqué (1751), y posteriormente, junto a la leyenda de Josué, en Three Distinct Knocks (1760).

Personalmente tiendo a pensar, de manera refleja, que esta leyenda proviene del entorno Antiguo, como sucede con la leyenda de Josué, que es semejante. Sin embargo, es muy llamativo que aparezca por primera vez en una divulgación en lengua francesa impresa en Londres en 1751 (Le maçon demasqué), porque ello apunta a un origen Moderno (¿quizá de alguna "logia tradicionalista", de las que trabajaban con el Ritual Antiguo?) Three Distinct Knocks, sin embargo, es la divulgación Antigua por excelencia, y ahí aparecen ambas leyendas, Jefté y Josué.

En Jueces 12, 4-6, se narra lo acontecido cuando los efraimitas derrotados intentaban cruzar el río Jordán, pues entonces se encontraron a las tropas galaaditas de Jefté vigilando los vados. Para identificar a los efraimitas, los galaaditas ponían a cada viajero una prueba simple:
4 Y los galaaditas tomaron los vados del río Jordán a Efraín, y cuando alguno de los de Efraín que había huido decía: «¿Puedo pasar?». Los de Galaad le preguntaban: «¿Eres tú efraimita?». Si él respondía «no», entonces le decían: «Pues di “shibboleth”».
5 Y él decía «sibboleth», porque no podía pronunciar bien esa palabra.
6 Entonces le echaban mano y le degollaban. Y así murieron cuarenta y dos mil de los de Efraín.
Por otra parte, en Josué 10 podemos leer:
Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón;y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. (...) Y Josué tomó Debir, y a su rey, y a todas sus ciudades; y las hirieron a filo de espada, y destruyeron todo lo que allí dentro tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Hebrón, y como había hecho a Libna y a su rey. Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas, del Neguev, de los llanos y de las laderas, y a todos sus reyes, sin dejar nada; todo lo que tenía vida lo mató, como Jehová Dios de Israel se lo había mandado.
En el fondo tanto la leyenda de Jefté como la de Josué nos están contando la misma historia en momento y lugar diferentes, historia que responde a un patrón que se repite hasta la saciedad en el Antiguo Testamento, y que refleja el problema endémico de los judíos adoradores de Jehová: la coexistencia inevitable con judíos paganos y politeístas. La defensa del culto a Jehová frente al culto pagano es el gran caballo de batalla del Antiguo Testamento, por lo que el debate teológico se plantea siempre siguiendo un canon recurrente:
1.- Aparecen en el escenario los adoradores de los falsos dioses, por lo general reyes u hombres poderosos, en situación ventajosa y llevando la iniciativa del relato.
2.- Entra en escena el defensor de Jehová. En ocasiones es un militar absolutamente temible, como Josué, pero en otras ocasiones es un hombre humilde, como es el caso de Elías.
3.- Tiene lugar el combate, en el cual los defensores del culto a Jehová vencen, ya sea por sus propios medios, o gracias a algún milagro realizado por Jehová (en el caso de Josué el sol y la luna se detienen en su curso por el cielo; en el caso de Elías este es capaz de hacer arder leña que ha sido mojada y remojada varias veces).
4.- El poder de Jehová es ratificado por medio de la inevitable masacre de los adoradores de los falsos dioses. Tras la victoria de Elías, el pueblo pasa a cuchillo a 450 sacerdotes de Baal. En el caso de los efraimitas los 42.000 que perecen adoran a Baal y a Moloch. Josué tampoco deja vivo a ninguno de sus enemigos.
Lo esencial de ambas leyendas masónicas es que tanto Josué como Jefté están luchando contra paganos. Los cinco reyes amorreos a los que derrota Josué son idólatras politeístas. Por su parte, los efraimitas adoraban a Baal y a Moloch.

Si leyendas de Josué y Jefté fueron introducidas como una respuesta a la Tierra Sagrada y la Valle de Josafat, o con una motivo más esotérico y conforme al actual grado de Compañero, o debido a razones que nos son desconocidas, es algo que difícilmente podemos establecer. De lo que no hay duda es de que son unas leyendas sumamente poderosas con una lectura muy sencilla: hay que adorar al Dios verdadero.

NOTA 1: cuando levantamos el brazo izquierdo en el Signo de Saludo o Perseverancia (el Signo de Segundo Grado), estamos rememorando la leyenda de Josué, concretamente el momento en que Josué levanta el brazo para ordenar al sol y la luna que se detengan. Este origen lo explica el Ritual de Emulación, pero no el del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Esto se debe a que el Signo de Saludo o Perseverancia entró en el Segundo Grado del REAA hacia 1804, momento en que se llevó a cabo una curiosa mezcla del Rito Francés con la divulgación antigua Three Distinct KnocksThree Distinct Knocks no describe el origen de ese signo (seguramente porque los autores de dicha divulgación lo desconocían), y por eso tampoco lo explica el ritual del Segundo Grado del REAA. La razón por la que se llevó a cabo esta mezcla del Rito Francés con la divulgación antigua Three Distinct Knocks fue el deseo de Supremo Consejo del Grado 33 de tener un ritual propio para los tres primeros grados, y así distanciarse del Rito Francés. El Rito Francés era el rito propio del Gran Oriente de Francia, el cual quería fagocitar al Supremo Consejo del Grado 33.




NOTA 2: unos días después de que este texto fuese publicado, el Hermano Joaquim Villalta publicó en su blog una entrada que amplía el contenido simbólico y las implicaciones del Valle de Josafat. Dicha entrada se titula "Descubriendo el Valle de Josafat en los rituales y divulgaciones primigenios". Podéis acceder a dicha entrada clicando en el siguiente enlace: