En esta entrada del blog vamos a rendir culto a la incorrección política más absoluta adentrándonos en el significado de uno de los símbolos más habituales, pero también de mayor contenido esotérico, de la Masonería: la Soga.
Los Masones somos hijos de nuestro tiempo, y el positivismo actual es algo que llega a impregnar incluso a una sociedad iniciática como la Masonería, de modo que se da la curiosa circunstancia de que existe una mayoría de miembros que, al tiempo que representan unos rituales de naturaleza esotérica, parecen sentirse más cómodos negando la naturaleza iniciática de los mismos. Por ello es habitual que sean muchos los Hermanos que prefieren pensar que el origen de los rituales es una nebulosa de la que poco o nada se sabe, dejando en la indefinición la razón de ser de la Masonería y reduciéndola a una sociedad de pensadores bienintencionados y caritativos; actitud que viene favorecida por el hecho de que, cuando uno se adentra en la naturaleza de la Iniciación y el significado de los rituales, lo que se suele descubrir resulta de difícil ubicación dentro del esquema racionalista moderno.
Vamos a empezar mencionando el pasaje bíblico donde se cita la realidad que sustenta el símbolo de la Soga:
Acuérdate de Él antes que se rompa el cordón de plata, se quiebre el cuenco de oro, se rompa el cántaro junto a la fuente, y se haga pedazos la rueda junto al pozo.
Eclesiastés 12:6
Lo que los Masones representamos en nuestro Tercer Grado es lo mismo que griegos o egipcios representaban en sus Misterios, la experiencia que acontecía en el Hades de los templos o en el Kadosh Kadoshim del Tabernáculo: el primero de una serie de desdoblamientos de los cuerpos que rodean al Centro del ser humano, en este caso el desdoblamiento del cuerpo astral con respecto al cuerpo físico. A esta experiencia los griegos la denominaban teleté, o más corrientemente, ser Apolo.
El latino Apuleyo, en El Asno de Oro, se refería a ella como ver el sol a medianoche. En la actualidad, en la bibliografía esotérica, suele denominarse desdoblamiento astral o viaje astral. Las narraciones de bilocaciones de algunos personajes a lo largo de la historia también tienen su origen en este fenómeno connatural al ser humano; y, en resumen, es esta experiencia la que viene reflejada en mitos como el cruce de la Laguna Estigia por parte de Orfeo y todos los que se refieren al paso al otro lado.
Todas estas experiencias tienen como elemento común, descrito por todos los que la han vivido, la existencia de un cordón de plata que une el cuerpo astral con el cuerpo físico, de modo que, al convertirse la Masonería en un trasunto simbólico de la Iniciación, este elemento se volvió omnipresente.
Walter Leslie Wilmshurst fue el primer autor masónico que se adentró de manera franca en la naturaleza iniciática de nuestros rituales, e igualmente fue el primero en llamar la atención sobre la naturaleza de la Soga como representación simbólica del cordón de plata que unía la serie de cuerpos que rodeaban al Centro, la parte divina del ser humano. La vía iniciática puede representarse como la sublimación, uno tras otro, de esos cuerpos, siendo el Tercer Grado, o primera de esas separaciones, la verdadera Iniciación.
LA SOGA EN EL RITO DE YORK
En el Rito de York se estuvo empleando la Soga en las ceremonias no solo de Aprendiz, sino también de Compañero y Maestro, hasta 1925 aproximadamente. Actualmente, al igual que en Emulación, la soga suele aparecer en el Grado de Aprendiz y en el Arco Real. Vamos a ver paso a paso cómo se empleaba la Soga a lo largo de los siete Grados del itinerario yorquino.
Aprendiz. En el Primer Grado la Soga se empleaba exactamente igual que ahora, alrededor del cuello, y su contenido era recordarle al Candidato los peligros de huir aterrorizado de la ceremonia de Iniciación.
Compañero. En el Segundo Grado se comenzó dando dos vueltas a la Soga en torno al cuello, pero finalmente las dos vueltas se dieron alrededor del hombro.
La Lienza, herramienta del Maestro Masón. |
Maestro Masón. Aunque en Estados Unidos la Soga se siguió empleando en el Tercer Grado hasta 1925, en la Masonería inglesa no está documentada. Sin embargo, entre los irlandeses debe haber tenido su predicamento, dado que en la Unión de 1813 se introdujo un elemento sustitutivo que resultaba totalmente nuevo en Masonería especulativa, y que únicamente se entiende como sustitivo de la Soga: la Lienza. Del mismo modo que los Hermes de los Diáconos fueron sustituidos por palomas, la aparición de la Lienza seguramente intentó paliar la pérdida de simbolismo que entrañaba la desaparición de la Soga en el Grado de Maestro. Extendida, la Lienza viene a significar lo mismo que la Soga en el Tercer Grado, el cordón que surge del Centro y se extiende hasta el extremo.
Maestro de Marca. El Candidato al Grado de Maestro de Marca entra con la Soga enrollada cuatro veces en torno a la cintura. Desde el punto de vista iniciático, la Marca es un Grado muy próximo al del Maestro que acaba de experimentar la ordalía del Tercer Grado, y que versa sobre las primeras incertidumbres y el error en las primeras fases del camino iniciático.
Pasado Maestro Virtual. En este Grado hay dos tradiciones distintas: o bien el Candidato no lleva la Soga, o bien la lleva con cinco vueltas en torno a su cintura. Semejante división de opiniones se debe a que este Grado no es de naturaleza iniciática, sino meramente administrativa, y mientras unos han optado por no poner un símbolo iniciático como la Soga en un Grado administrativo, otros han preferido ponerla con cinco vueltas alrededor del cuerpo del Candidato, manteniendo así la progresión. Originalmente el Arco Real estaba reservado a los Maestros Instalados, y para poder exaltar a Hermanos que no hubiesen ocupado la Silla se creó este Grado que se asemeja más a un fun degree (grado lúdico) que no a un verdadero Grado de índole iniciática. En este Grado verdaderamente surrealista, el Venerable recibe una carta que le obliga a ausentarse inmediatamente. Se plantea la cuestión de quién ocupa la Silla en su ausencia, pero unos porque no quieren, y otros porque quieren pero hay división de opiniones, el caso es que la Silla sigue vacante. Al final entre todos acuerdan que ocupe la Silla el Candidato, al que le es conferido el Grado de Maestro Instalado antes de que entre a la Logia. Por ello, el Pasado Maestro Virtual podrá entrar en la Logia con Soga o sin Soga; pero dado que entra como Venerable Maestro, debe llevar siempre puesto el sombrero, símbolo de la Veneratura en el Rito de York.
Muy Excelente Maestro. El Grado previo al Arco Real también ha sido planteado de distintas maneras. Actualmente en el Rito de York suele girar en torno a la compleción y consagración del Templo del Rey Salomón, aunque en ocasiones se ha utilizado para realizar en él la Ceremonia de los Velos, que ahora suele ir incluida en la ceremonia del Arco Real irlandés y estadounidense. El Candidato lleva la Soga enrollada seis veces alrededor de su cuerpo.
Santo Arco Real.
En el Arco Real, el Candidato es descendido al interior de la Cripta, donde encontrará los Secretos Perdidos del Maestro Masón. |
En la tradición yorquina, el Candidato a la Exaltación al Arco Real entraba con la Soga enrollada siete veces a su abdomen. Aunque actualmente ya no se hace así, el Arco Real es no obstante el Grado donde las cuerdas gozan de mayor protagonismo, formando parte de la metáfora teatral que se representa.
LA SOGA EN EL JURAMENTO DEL MAESTRO MASÓN
Juramento del Maestro Masón en la tradición yorquina: con ambas manos sobre el Volumen de la Ley Sagrada, los ojos vendados y la Soga con tres vueltas alrededor de su cuerpo. |
Vamos a detenernos ahora en una frase del juramento de Maestro Masón que se pronuncia en los rituales Antiguos (entre ellos Emulación). Esta frase actualmente lleva a mucha confusión porque el Maestro Masón, que es quien pronuncia el juramento, no lleva ya la Soga atada a su cintura. Y como el que único que lleva la Soga actualmente es el Aprendiz, pues se tiene la impresión de que tanto Aprendices, como Compañeros, como Maestros tienen obligación de asistir si son convocados, cuando no es así. La frase en cuestión es:
...y obedecer todos los signos y convocatorias que me sean enviados
si se encuentran al alcance de mi soga...
En primer lugar, es preciso tener claro que esta frase únicamente se pronuncia en el juramento de Maestro, jamás por Aprendices y Compañeros, siendo por ello ocioso especular sobre la distancia a la que esta frase se refiere en otros Grados. Únicamente el Maestro Masón es capaz de experimentar la vivencia en la que surge el cordón de plata, y por ello únicamente él puede ser convocado en el plano astral, que es donde se encuentran los auténticos Maestros Masones, del mismo modo que es en ese plano donde tienen lugar las enseñanzas entre el auténtico Maestro y su díscípulo iniciado. ¿Chamánico, quizá? Puede ser. Pero la Iniciación tiene estas cosas...
LA HEROÍNA DE JERICÓ
Saco a relucir el Grado de Heroína de Jericó porque ofrece una descripción inusitadamente nítida del Tercer Grado en su naturaleza original de desdoblamiento astral, así como del cordón de plata.
El sistema de las Heroínas de Jericó consta de tres grados: Hija de Maestro Masón (Master Mason's Daughter), Pariente Leal (True Kinsman) y Heroína de Jericó (Heroine of Jericho). El Primer Grado está basado en María, la madre de Jesús, y transmite la enseñanza de la aceptación de la voluntad del Señor, mientras el Segundo Grado está basado en Ruth, la moabita. Sin embargo, el Tercer Grado introduce enseñanzas propias de la Muerte Simbólica y las iniciaciones posteriores, que se completan con una ceremonia de velos, al uso de la Masonería de York, representando así la sucesión de iniciaciones que conducen al Arco Real.
VM Venerable Vicematrona, ¿sois una Heroína de Jericó?
VVM Soy una Heroína.
VM ¿De dónde venís como Heroína?
VVM De los campos de Israel.
VM ¿Hacia dónde os dirigís?
VVM A las llanuras de Jericó.
VM ¿Qué vais a recibir?
VVM La herencia bendita que fue prometida a nuestros padres en tiempos de Abraham.
VM Es un viaje largo y fatigoso, de más de tres días.
VVM Sí, viajo tanto de día como de noche.
VM Hoy está muy oscuro.
VVM No tan oscuro, pues puedo ver.
VM ¿Qué podéis ver?
VVM Un cordón escarlata.
VM ¿Por qué un cordón escarlata?
VVM Porque salvó mi vida en la hora de peligro.
Texto que se repite en la lectura que recitan el Venerable Josué y la Venerable Matrona acompañado de lo siguiente.
VJ ¿Cuántos estandartes hay?
VM Cuatro.
VJ ¿Cuáles son sus colores?
VM Negro, carmesí, naranja y verde.
VJ ¿Qué os recuerdan?
VM Las puertas de las cuatro esferas planetarias que las almas deben reascender para llegar a su hogar y fuente original, más allá de las estrellas.
LA ORDEN DEL CORDÓN ESCARLATA
Antes de concluir esta entrada del blog quiero hacer referencia a un Grado de moderna creación cuyo simbolismo es muy interesante: la Orden del Cordón Escarlata. Este Grado comenzó a existir en 2010, y únicamente se confiere a miembros de otra Orden muy particular -y hermosa-: la Orden del Monitor Secreto, o Hermandad de David y Jonatán, sobre la que antes o después ofreceremos una entrada en el blog. La Orden del Cordón Escalata tiene los siguientes Grados: Ostiario, Lector, Exorcista, Consejero, Guardián del Secreto Oculto y Príncipe de Jerusalén, y tiene un emblema de evidente contenido iniciático:
Si nos fijamos en el emblema, la acción transcurre de noche, bajo la luna y las estrellas, es decir, transcurre en el plano onírico o astral (si las estrellas corresponden a alguna constalación, esta no es del Zodíaco). Lo más llamativo es que está jugando con la figura de Rahab, la prostituta que aparece en Josué y cobijó a dos espías israelitas lanzándoles un cordón escarlata. Pero mientras que en el relato bíblico es la propia Rahab quien arroja el cordón, aquí parece rechazar al hombre. El israelita dirige su mirada hacia nosotros, de modo que está rompiendo el plano de la escena para hacernos entender que él se encuentra en el mismo plano que nosotros, y se sirve de la Soga para llegar a la mujer tocada igualmente con un cordón escarlata. Desde Parménides hasta Led Zeppelin, pasando por Dante, la Iniciación ha sido representada como una dama. Y la dama no mira al hombre que desea subir, pues gira la cabeza para no verle. O dicho de otro modo: la dama no quiere que el hombre llegue allí. Posiblemente nos representa a nosotros esforzándonos por alcanzar la Iniciación cuando en realidad no somos dignos de llegar al final del camino.
Un análisis de fondo. Interpretación iniciática que fundamenta el saber masónico tradicional, más allá del ritualismo formal.
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