En la entrada de hoy vamos a ver el simbolismo masónico de una escena que aparece en la película de Walt Disney Blancanieves y los Siete Enanitos (1937). Walt Disney no era masón, sino que pertenecía a una de las muchas órdenes paramasónicas, en este caso la Orden de Molay. Y sin duda contaba con masones entre sus dibujantes. Si sumamos el número de masones, búfalos, oddfellows, druidas y el sinnúmero de miembros de órdenes paramasónicas existentes en Estados Unidos de América en 1937, podemos estimar que aproximadamente un 15% de los 64 millones de varones estadounidenses (la población total ascendía entonces a 128 millones) pertenecía a alguna orden masónica o paramasónica.
El Ratón Mickey abriendo un tenida del Capítulo de la Orden de Molay "El Corral": "Declaro el Capítulo de la Orden de Molay El Corral debidamente abierto en la..." (en la Escuadra). |
La película tiene un denso simbolismo en el que no vamos a entrar ahora. Sin embargo, sí nos vamos a centrar en una escena repleta de alusiones masónicas que fue un guiño de los masones miembros de la Walt Disney Company a sus hermanos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y del Rito de York. Se trata del fragmento de un minuto y 25 segundos que dura la canción Ay Ho.
El simbolismo de esta escena gira en torno a dos elementos: por una parte, la llave como símbolo de la lengua y del silencio (símbolo de la Masonería Antigua que se mantiene en el Rito de York). Por otra parte, el simbolismo del grado 4º Maestro Secreto del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Si visionamos la escena de la canción Ay Ho, vemos que en ella se hace una clara alusión a la letra Z y a la llave, que son los símbolos del grado 4º Maestro Secreto del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Esta escena sucede en el minuto 20:22, cuando están guardando las herramientas en el almacén. El almacén es una bóveda, como puede leerse sobre el dintel de la puerta, «vault», lo que probablemente sea una alusión al Santo Arco Real, grado supremo de la masonería cuyo ritual transcurre en el interior de una bóveda. Por otra parte, cuando la puerta se abre, los tablones muestran una gran «Z», y también aparece la llave, signos ambos que, como hemos dicho, son propios del grado 4º Maestro Secreto. La Z proviene de la Palabra del grado; sin embargo, la llave proviene de la tradición antigua y, tratándose de un grado que, precisamente, se llama Maestro Secreto, no podía aparecer en el mandil, sino que debe colgar del collar.
En Estados Unidos el Rito Escocés Antiguo y Aceptado comienza en el grado 4º, mientras que los Grados Simbólicos se trabajan en Rito de York. En este rito se habla de una «caja de hueso» y de la llave que hay dentro de ella, que es la lengua. En el ritual se pregunta: «Esa llave ¿cuelga o reposa?». Si la llave cuelga es que se está guardando silencio, y si la llave reposa es que se está hablando más de lo debido; por ello en la tradición yorquina la llave se representa inclinada, a medio camino entre la horizontalidad y la perpendicularidad. Y por esta razón Mudito dejará la llave colgando, siendo esta también la razón por la que la llave del grado 4º Maestro Secreto cuelga del collar.
Aunque también aparece Sabio (Doc, en inglés) guardando las cosas en el almacén, el que abre la puerta con la enorme Z, y también cuelga la llave, no podía ser otro que Mudito. No obstante, el nombre es una afortunada coincidencia del doblaje en español de España, pues en inglés es Dopey, palabra podríamos traducir como Tontito o Bobito. Pero en cualquier caso este personaje es mudo. Y no solo es mudo, sino que además camina de un modo muy particular: si nos fijamos en su marcha, da grupos de tres pasos en los que el pie derecho va siempre por delante del izquierdo (con excepción de la primera ocasión, en la que va por delante el pie izquierdo). Quizá los dibujantes podrían estar parodiando la marcha del grado de Aprendiz Entrado en los Ritos de York y Emulación, pues en ellos el candidato se aproxima al pedestal donde tomará su juramento con tres pasos en los que adelanta primero el pie derecho y luego le sigue el talón del pie izquierdo (aunque en la logia se realiza, obviamente, de manera más ceremonial y no tan grotesca como aquí). Mi opinión personal es que los dibujantes nos estaban indicando la filiación masónica de Mudito. Después de todo, lo que Mudito y Sabio están haciendo es guardar sus secretos «in a safe repository», en un almacén seguro, tal y como se promete de manera ritual en todas las tenidas del Rito de Emulación.
EL ORIGEN DE LA LLAVE COMO SÍMBOLO DE LA LENGUA
Si nos fijamos en los catecismos masónicos, vemos que la identificación de llave y lengua está profundamente enraizada en la masonería antigua:
Edimburg Register House (1696)
P. ¿Dónde encontraré la llave de vuestra Logia?
R. A tres pies y medio de la puerta de la Logia, bajo un perpiaño y un terrón verde. Pero bajo el pliegue de mi hígado, donde yacen todos los secretos de mi corazón.
P. ¿Cuál es la llave de vuestra Logia?
R. Una lengua bien colgada.
P. ¿Dónde yace la llave?
R. En una caja de hueso. (Chetwood Crowley es idéntico y A Mason’s Confession muy parecido).
A Mason’s Examination (1723)
P. ¿Hay una llave de vuestra Logia?
R. Sí.
P. ¿Qué es?
R. Una lengua bien colgada.
P. ¿Dónde está guardada?
R. En una caja de marfil entre mis dientes, o bajo el pliegue de mi hígado, donde yacen los secretos de mi corazón.
P. ¿Dónde yace la llave de la Logia abierta (working Lodge)?
R. Yace a mano derecha de la puerta de la Logia, a dos pies y medio, bajo hierba verde y una Escuadra.
El origen remoto de la llave como símbolo de la lengua se halla en la tradición benedictina y cisterciense. En una entrada anterior ya tratamos la influencia de la Regla Benedictina en el ritual masónico:
El origen remoto de la llave como símbolo de la lengua se halla en la tradición benedictina y cisterciense. En una entrada anterior ya tratamos la influencia de la Regla Benedictina en el ritual masónico:
Curiosamente, la identificación entre la llave y la lengua no aparece en la Regla Benedictina, la cual se limita a afirmar que «vida y muerte están en manos de la lengua». Esta frase es una alusión a Proverbios 18:21, donde se puede leer «La muerte y la vida están en manos de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos».
Pero sin duda sí proviene de la tradición monástica, pues en la Regla del Maestro, que San Benito siguió en buena parte para redactar su regla, podemos leer:
Pero sin duda sí proviene de la tradición monástica, pues en la Regla del Maestro, que San Benito siguió en buena parte para redactar su regla, podemos leer:
Capítulo VIII. Pregunta de los discípulos: Sobre la taciturnidad de los discípulos, cómo y de qué forma debe ser. Responde el Señor por el maestro:
Nuestra alma, por tanto, tiene establecida una puerta: la boca; y un cerrojo: los dientes, que ella puede cerrar al discurso perverso, para que el alma no se excuse de que su Hacedor no le haya fabricado la custodia de un muro. Es decir, cuando algún pecado asciende de la raíz del corazón y siente que los muros exteriores de la clausura, esto es la boca y los dientes, le niegan la salida, regresando de nuevo a la raíz del corazón, allí perecerá en su aborto y como un párvulo será estrellado contra la piedra, en vez de nacer por la lengua y crecer hasta el castigo.
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